Deleuze / Foucault y el poder: incitar, suscitar, combinar…

Unas notas a partir de la lectura del libro con varias clases de Gilles Deleuze (sobre) «Michel Foucault y el poder. Viajes Iniciáticos I» (2014, errata naturae). Un librito precioso, por cierto.

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Imagen: Pilar Albarracín, 2012, Le duende volé (acción / fotografía) Fuente: http://www.pilaralbarracin.com © Pilar Albarracín

José Pérez de Lama

Dedicado a TD, a quien le gustan las cosas de MF. Gracias a PA.

Leyendo estos días unas lecciones de Deleuze sobre su amigo Foucault y su pensamiento sobre el poder [1], me han entrado muchas ganas de hacer una nota sobre algunas partes que me están gustando más. Me pregunto, ¿por qué me pongo a escribir sobre esto? – con todas las otras cosas que tendría que estar haciendo. Pues bueno, es un poco la pregunta de por qué escribir… Por placer, por contarle a los amigos cosas que me han entusiasmado, por ordenar las propias ideas – para que no se olviden demasiado pronto, por mostrar, así en general, las cosas que una sabe o está aprendiendo, por abordar de alguna manera algunas preguntas que nos estamos haciendo colectivamente… Supongo que hay múltiples razones, y que cada cual tiene las suyas cuando escribe…

Pues entonces, lo que quería escribir tiene que ver con lo que Deleuze llama el quinto postulado de Foucault sobre el poder, que llama postulado de la modalidad… Es una historia creo que bien conocida para los aficionados a Foucault, – creo que ya comentaba en otro post -; una historia desarrollada de forma más sistemática por Deleuze en el libro que dedica a Foucault [2], y comentada en el ámbito hispanohablante por Miguel Morey [3], además de sin duda por otros muchos. En este librito que leo ahora, Deleuze lo comenta de modo más didáctico y posiblemente coloquial, – se trata de una transcripción bastante informal de sus lecciones, en las que se permite hacer bromas, y aparece como una persona simpática, ingeniosa y próxima. Voy citando más o menos libremente a Deleuze. Comienza diciendo que por este postulado de la modalidad Foucault se desprende de muchas teorías clásicas que plantean que el poder cuenta con dos modalidades: «o bien procede mediante la violencia y tiene carácter represor, o bien mediante la ideología».

«Ya se advierte que represión o ideología supone una alternativa muy pobre, porque Foucault no se cansará de demostrar que el poder puede actuar sobre el espíritu y el cuerpo, pero incluso cuando actúa sobre el espíritu recurre a algo diferente a la ideología. E incluso cuando actúa sobre el cuerpo recurre a algo diferente a la violencia y la represión. Si hubiera que esperar a que el poder se hiciera represivo […] hace mucho que no habría poder. El poder procede de otra manera. Es represivo en última instancia, sí, cuando no puede recurrir a otra cosa, pero entretanto se las arregla muy bien sin necesidad de ser represivo. Dispone de medios más sutiles al margen de la ideología y la represión.» [pp. 118-119] [4]

Relación de fuerzas
El poder para Foucault, continúa Deleuze es una relación de fuerzas; una relación de una fuerza con otra fuerza – y esto nos recuerda a Marx cuando habla de capitalistas y trabajadores. “Toda fuerza es relación de fuerzas – relación de poder. No existe una fuerza, existen relaciones de fuerza.” Y continúa elaborando el amigo, la violencia es otra cosa, es una fuerza que se aplica, no contra otra fuerza sino contra un cuerpo o un objeto – puede sin duda destruir, pero no es una relación de poder, – siempre según la aproximación de Foucault. «¿Qué es entonces la relación de una fuerza con otra fuerza? Consiste en una acción sobre otra acción. No en una acción sobre un cuerpo, sino en una acción sobre otra acción – real o posible. Dice Foucault: las relaciones de fuerzas no son exactamente del género «ejercer violencia» o «reprimir», sino del género «incitar», «suscitar», «combinar». Una fuerza puede combinarse con otras fuerzas. Esto son las relaciones de fuerza.» Deleuze recurre, para desarrollar lo anterior a conocidos ejemplos de Vigilar y castigar y de Historia de la sexualidad. Ejemplos que, por cierto, me parecen de gran interés para los arquitectos. En esta descripción, el trabajo de los arquitectos – aunque no solo – queda muy claramente vinculado al ejercicio del poder, o a la construcción de dispositivos para este ejercicio… Continúo citando:

Distribuir el espacio, ordenar el tiempo, componer en el espacio-tiempo
En Vigilar y castigar, ¿qué relaciones de fuerzas estudia? […] ¿qué hacen las relaciones de fuerza? (1) Organizar el espacio, a la manera de […] ese “ponerse en fila” propio de la escuela […] es decir, alinear, encerrar, cuadricular, seriar. Ahí está. En otras palabras, ya tenemos un primer aspecto: distribuir en el espacio […] el primer rango de función sería: distribuir en el espacio […]

(2) «Segunda clase de función: ordenar en el tiempo. Subdividir el propio tiempo, hora, media hora, minuto, segundo, programar un acto, descomponer un gesto […] ¿Dónde ocurre esto? Bien, el lugar donde ocurre esto con toda seguridad es en el taller, en las primeras fábricas. Descomposición del gesto, trabajo mecánico. Una función de ordenación del tiempo. Y bien, existe tal vez una violencia subyacente e intensa, no hay latigazos, no se instruye a los obreros a golpe de látigo, pero en cierto sentido es peor.»

(3) «Tercera gran función: componer en el espacio-tiempo. Atención: distribuir en el espacio, ordenar en el tiempo, componer en el espacio-tiempo. Y entonces ¿qué significa componer en el espacio-tiempo? Producir un efecto “útil” superior a la suma de las fuerzas elementales […] de las fuerzas componentes. Eso es, se trata de relaciones de fuerza, no de represión ni de ideología. Y eso enlaza con La voluntad de saber […] Haciendo una lectura literal podría deducirse que la sexualidad fue reprimida. Pero si se sabe leer de manera adecuada, si se saben analizar los enunciados de la época, se descubre, por el contrario, que la sexualidad fue constantemente requerida, invitada a expresarse y tomar la palabra. ¿Con qué condición? Con la condición, precisamente, de dejarse distribuir en el espacio, de dejarse ordenar en el tiempo y de dejarse componer en el espacio-tiempo.» [pp.121-122]

«Eso es lo que Foucault señala en líneas generales: las sociedades modernas no proceden por ideología o por represión, proceden por normalización. ¿Qué es normalizar? La normalización es la relación de fuerzas por excelencia, a saber, consiste en distribuir en el espacio, ordenar en el tiempo, componer en el espacio-tiempo.» [p. 122]

Éste es uno sólo de los 6 postulados de Foucault sobre el poder – interpretación de Deleuze más que explícitamente planteados por Foucault; – como sólo comento uno de varios aspectos, y expuesto así, seguramente aparece como algo parcial.

¿Por qué deseamos la represión para nosotros mismos?
¿Por qué me interesa este aspecto en particular y por qué veo pertinente destacarlo? No lo tengo del todo claro, – como tantas cosas. En primer lugar, sin duda, porque me gustan estas ideas. En segundo lugar, por la crítica a la “ideología” como modalidad del poder; identifico la ideología como discurso que apela fundamentalmente a la razón y quizás al cálculo. Por un lado siempre me fastidia cuando se apela a la concienciación, por verlo algo relacionado con la culpa, con la verdad y que se manifiesta como insuficiente. Esto lo veo con los recientes comentarios de “Quien vota a corruptos es un cómplice!” – pura ideología; aunque pudiéramos estar más o menos de acuerdo. Creo que es necesario pensar en esta otra línea – en relación con el resto de postulados, por ejemplo, el del poder como práctica que no propiedad, el de su “dimensión estratégica y microfísica” -.

En el caso del voto, o en el caso de la pasividad o consentimiento de grandes sectores sociales, estimo que se necesitan interpretaciones más finas y complejas que el esquematismo populista. También siente uno que el uso de datos macro, como son fundamentalmente la encuestas y big data varios, por definición, igual me equivoco, no pueden captar nada de estas cuestiones. Y, bueno, me pregunto si nos encontramos ante modalidades en el ejercicio de poder del tipo incitar, disuadir, combinar – como sugiere Foucault; de mayor complejidad que las más tradicionales y straight forward de la explotación, la desposesión o el saqueo – que siendo evidentes para muchos, parece que tener conciencia de ellas no es suficiente para la mayoría, suficiente como para hacerles pasar a la acción política, o cuando menos, para hacer cambiar el sentido de su voto, o simplemente para hacerlas ir a votar. Está claro, que hay algo que no funciona exactamente como muchos pensamos que debiera. Y no parece razonable decir que la realidad es la que falla, que la gente es corrupta o ignorante porque no se ajusta a nuestras previsiones.

Pensando en las operaciones con vectores, que Deleuze usa para explicar las fuerzas y sus relaciones, quizás la clave pudiera estar en “combinar”: suma y resta de vectores, producto vectorial… ¿Metáforas? ¿Analogías?

Finalmente, quizás sea conveniente señalar, aunque para algunos será obvio, que el ejemplo de Vigilar y castigar, corresponde a una época no actual, en la que la fábrica – el panóptico en realidad – podía pensarse como encarnación destacada del diagrama de poder de su tiempo. Como señala Deleuze ya en 1990 [5] – y tantos otros después, pero uno cita a los preferidos -, en la actualidad el distribuir en el espacio, ordenar en el tiempo y componer en el espacio tiempo, es diferente, y su objeto o su medio ya no es el del encierro, sino el de los espacios abiertos de las redes… ¿Cómo se ejerce el poder en este nuevo espacio tiempo? Seguro que todos, aún si no lo tenemos claramente conceptualizado, tendremos experiencias en primera persona de cómo ocurre… Otro día, quizás, algún comentario sobre esto.

#apostilla
Me ha encantado la nota final del libro en una página que no me acuerdo como se llama, en la que suele poner, en los libros más cultos, dónde se imprimió etc. A lo mejor era como pretexto para reproducir esta nota ¡que se me ocurrió escribir el psot! Dice: […] se terminó de imprimir […] en marzo de dos mil catorce, tres décadas después de aquella tarde en que Gilles Deleuze, que llevaba muchos años sin hablarse con su amigo Michel Foucault – a causa de auténticas tonterías, digámoslo claro, de éstas que no se mantienen en pie ni ante Vida ni ante Muerte: manifiestos firmados y no firmados, lo que uno y otro entendían por el concepto de «deseo», aquella carga policial delante de la prisión de La Santé, aquel comentario sobre la «resurrección de la verdad», en fin… – toma el metro en dirección al Hospital de Pitié_Salpetriere, donde pronuncia uno de los discursos fúnebres más bellos que conozco y, tal vez ese mismo día, concibe la idea de impartir, apenas unos meses después sus cursos universitarios sobre Foucault.»

#referencias
[1] Gilles Deleuze, 2014 [texto original de 1986], Michel Foucault y el poder. Viajes Iniciáticos I, errata naturae, Madrid

[2] Gilles Deleuze, 1987 [edición original en francés 1986], Foucault, Paidós Studio, Barcelona

[3] Michel Foucault, 2001, Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones. Selección e introducción de Miguel Morey, Alianza, Madrid

[4] Las citas largas en este post no las he podido presentar como me gustaría, con un punto menos de tamaño de letra y un espacio de tabulador -; cosas del template de word.

[5] Gilles Deleuze, 1999 [edición original en francés de 1990; traducción José Luis Pardo], Post-scriptum sobre las sociedades de control, en: Gilles Deleuze, 1999, Conversaciones, Pretextos, Valencia, pp: 277-281 [descargable en: http://www.oei.org.ar/edumedia/pdfs/T10_Docu1_Conversaciones_Deleuze.pdf%5D

5 comentarios en “Deleuze / Foucault y el poder: incitar, suscitar, combinar…

  1. Dejo unas notas para intentar responder a una de las preguntas abiertas que había en la entrada: ¿Cómo se ejerce el poder en este nuevo espacio tiempo?» (el de las redes).

    Según Foucault, en las sociedades disciplinarias, la de las grandes instituciones asociadas a lugares, el poder se ejercía mediante el encierro en un período de tiempo variable de los cuerpos en un lugar. Durante ese encierro se inscribía la norma en los cuerpos. El cuento de Kafka «En la colonia penitenciaria» es la perfecta imagen de esta idea. Si el encierro ha desaparecido ¿cómo entonces explicar la acción del poder sobre los cuerpos? ¿cómo se hace esa inscripción a distancia, sin que los cuerpos permanezcan encerrados?

    Desde la teoría del actor red y desde los estudios sociales de la ciencia y la tecnología, se ha propuesto una idea que yo creo interesante. La institución es un dispositivo que ha sido sustituido por otro dispositivo: la red. Estar conectado a la red es el nuevo dispositivo del poder y la inscripción se hace a través de los flujos de datos. Las redes virtuales son agenciamientos (ensamblajes) de personas, datos, instituciones, infraestructuras… que se mantienen unidos gracias a los flujos de datos. Eso está presente en la gestión del trabajo a través de los flujos de datos (códigos de barras, monitoreo de la actividad de los ordenadores, tableros de actividad con indicadores de las acciones de cada trabajador…) , en el espionaje estatal a través de los big data en la versión más dura y actualizada del panóptico foucaultiano, en la creación de subjetividades a través del marketing basado en datos recogidos de la actividad en buscadores, compras, rastros de tarjetas de crédito, historiales bancarios… La única condición es estar conectado ya que la conexión es la única forma de seguir siendo parte del ensamblaje a través del cual el poder opera hoy día. En este vídeo se ve ficcionalizada la idea que intento explicar: https://nouspoietikos.wordpress.com/2013/03/30/frederick-winslow-taylor-meets-big-data/

    A mí me interesan estas ideas porque permiten pensar el poder en su materialidad, se evita toda idealización y muestra la realidad material de las redes virtuales al tiempo que sirven para cuestionar algunas ideas ingenuas sobre las redes.

    Como dice Foucault, donde hay poder hay resistencia por tanto también la hay en este caso. ¿Cuál puede ser? ¿La desconexión? ¿El éxodo a otras redes no controladas? ¿El hackeo militante?

    En fin, un comentario hecho con ánimo de seguir aprendiendo con la conversación.

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  2. Hola Menoccchio!! Gracias por el comentario «currado». Me leo el enlace que envías _ sigo más o menos a Latour… Lo intento, por lo de AR _ por otra parte, Deleuze en su famoso postcritpum también avanza esto – que Foucault trabaja sobre series históricas, y que lo que venía (1990) era esta nueva forma de control en «los espacios abiertos» de la red… Estoy dando vueltas a un post sobre «tecnopolítica» – no me gusta del todo la forma tan reduccionista en que se está usando… Y comento algo sobre eso… Salud!!

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