
Imagen: Patio del edificio central de la Universidad de Sevilla (la antigua Fábrica de Tabaco). Autor imagen: Zarateman; fuente: Wikipedia.
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Notas varias sobre la reforma de las universidades Esp
José Pérez de Lama
Tenemos nuevo Ministro de Universidades en la persona de Manuel Castells. Algunos amigos de amigos tal vez pudieran andar por allí cerca y me habían comentado estos días, e hice diversas notas, de las que selecciono alguna cosa aquí. Más de 20 años de experiencia universitaria, casi 30 si se cuentan los años de estudiante. En la universidad pública española, en Estados Unidos, en algunas otras partes…
[1] Algo bueno entre cosas malas…
Charlando con un colega profesor italiano, quizás fuera ayer, estábamos de acuerdo en que la Universidad – así con mayúsculas — era irreformable. Lo de ahora es malo, un nuevo sistema también lo será enseguida. Lo bueno es que entre ambas situaciones fuertemente institucionalizadas pueden darse situaciones libres, relativamente provisionales… Me contaba por cierto, que en Italia, donde él trabaja, esto del EEES, al menos en cuanto acreditaciones, «papers», etc. se lo toman con algo más de distancia crítica que nosotros por aquí.
Un espacio de una cierta libertad entre dos situaciones altamente codificadas… Esto estaría relacionada con la idea que comparto desde siempre con diferentes colegas, algo estrafalaria hoy en día, pero de antigua raigambre – de Montaigne a Freire entre muchos otros – de que no puede existir aprendizaje si no es en libertad – lo otro son diferentes modalidades de domesticación… Y lo mismo en cuanto al pensamiento, incluso a eso que en ocasiones se llama «creación»…
Construyendo el argumento de otra manera: convendría no codificar en exceso y hacer que existan espacios de libertad, de diferencia, de experimentación… Los pocos centros universitarios que, de entre los que he conocido, me han deslumbrado profundamente eran así.
En una de mis colaboraciones «algo ilustres», participamos en una red con el famoso MIT, — la red Fab Lab –, y el profesor del Media Lab que lideraba la red nos contaba en alguna ocasión que su principal trabajo era tratar de liberar a sus estudiantes e investigadores de burocracias, papeleos, trabajitos varios… para que se pudieran dedicar de lleno a estudiar, enseñar, investigar… Ni siquiera allí lo conseguía, decía en uno de sus escritos… __ (algún otro comentario sobre esto más abajo).
[2] El sistema universitario Esp es razonablemente bueno
Cualquier reforma, siempre en mi opinión, debe partir de considerar que el sistema universitario Esp es bastante bueno [véase, por ejemplo, World Economic Forum, 2017]. Más o menos está al nivel de Esp en los rankings mundiales en economía y en otros temas; o quizás un poco mejor. Lo del catastrofismo, el rasgarse las vestiduras, etc. conviene tomárselo con algo de distancia; muchas veces es crítica bastante interesada; otras es dejarse llevar por «el verlo todo-todo-todo mal». A veces piensa uno, incluso, que la universidad pública es una de las cosas que mejor funciona en nuestro pobre país… La defensa de la «universidad pública» es de especial importancia en este debate. Por supuesto, hay mucho que mejorar; casi todo lo podemos y tenemos que mejorar ___ aunque también se puede empeorar, que suele ser mucho más fácil; y cabría decir que lo de empeorar sería ir a favor de «la inclinación natural de las cosas»; la entropía y eso. En mi opinión, empeorar es más bien lo que hemos hecho en los últimos 20 años con «Bolonia» – en conjunto, aunque ciertamente no en todo.
[3] Acabar con un sistema de incentivos que ya no funciona
Ahora una cita de Spinoza: «a los esclavos y no a los hombres libres es a quienes se recompensa por su buen comportamiento» [Tratado político, cap. X, 8; citado en Deleuze, 2009]. Una línea de análisis del uso de los incentivos así en general plantea que a partir de un cierto momento, cuando la población a la que se aplica ha desarrollado sus mecanismos de adaptación, los incentivos tienden a producir justo lo contrario de lo que se proponían [SV-POW!, 2017] – Y esto parecería ser así en el sistema universitario Esp. Habría que pensar, como están haciendo diversas universidades europeas, en abandonar el sistema de promoción presuntamente meritocrático, pro-mercados y globalizante de los últimos años, cuyos efectos desde hace tiempo se han hecho más bien perversos: me aventuro a afirmar, la «ciencia» está cada vez alejada de los urgentes problemas de la civilización y el mundo contemporáneos (el caso del cambio climático quizás sea la mayor evidencia); los tipos de subjetividad que se han producido en las universidad son catastróficos («carrerismo», individualismo, utilitarismo cutre, corto-placismo, abandono de la docencia, etc. – véase sobre esto, por ejemplo, La sociedad de control de Deleuze, 1991).
Frente a esto la alternativa que propone el texto que se citaba para optimizar el trabajo universitario me parece de lo más sensata: sueldos normales, buenas condiciones de trabajo, mayor autonomía y disponibilidad del propio tiempo. Lo que dice el artículo que cito es bien sencillo: «But could it be that the best way to get good research and publications out of scholars is to hire good people, pay them the going rate and tell them to do the job to the best of their ability?» Otras autoras hablan de slow professors, haciendo el paralelismo con la slow food y las slow cities — (ps: ver la referencia a un texto de Stengers en los comentarios al artículo).
[4] Necesidad de evaluación seria tras 20 años de la implantación del EEES («Bolonia»)
Sería muy necesaria una evaluación del sistema universitario Esp y europeo – desde la implantación del EEES y el dominio creciente de los estándares globales y de la pretendida fast academy. Decía hace unos días que una de las cosas que bien podría hacer Castells, aprovechando su prestigio global, era impulsar este proceso a nivel europeo, para, entre otras cosas, re-evaluar las actuales tendencias de desarrollo del conocimiento, las ciencias, la innovación, and-so-on.
[5] Una evaluación realista del sistema universitario Esp
Esta evaluación, en mi opinión, tendría que ser hecha, en nuestro caso, desde la situación y la perspectiva de la sociedad y del propio sistema universitario Esp; nuestras fortalezas y debilidades, etc. Otro poco de Spinoza, que es lo que ando leyendo últimamente:
«Los filósofos, [los moralistas… los sacerdotes,] se figuran, sin duda, llevar a cabo una obra sublime y alcanzar la sabiduría más elevada, haciendo elogios incesantes a una naturaleza humana imaginaria, acusando al mismo tiempo de manera implacable a la [naturaleza humana] que de verdad existe. Ya que no conciben a los hombres tal y como son, sino tal y como su filosofía querría que fueran». ___ Tratado político, I, 1 __ citado por F. Lenoir, 2019, 108.
[6] Objetivos propios: una evaluación «situada» del sistema universitario Esp
Uno, que como decía ha «experimentado» – como estudiantes, como profesor-investigador, como conferenciante –, universidades por bastantes partes del mundo, incluyendo algunas de las que se suelen proponer como modelos ideales de referencia – de esas que en ocasiones se hacen aparecer con un carácter cuasi-mágico, – piensa que para hacer una evaluación del sistema universitario español que sea ecuánime, y sobre todo que sirva para algo, éste debe ser valorado,
a) en un contexto internacional amplio – lo que decía que ocupamos un puesto bastante adecuado a nuestra posición internacional en otras cuestiones;
b) en función de nuestros objetivos específicos (sobre los que habría que pensar, y que comparados con las universidades estadounidenses más famosas serán en principio bastante diferentes);
c) en función de los medios económicos y quizás de otro tipo que se le dedican. Si no, aunque sea un tópico decirlo, sería como comparar en fútbol al Real Madrid con un equipo de Islandia o Japón, por decir algo, o en baloncesto, a los Lakers de Los Angeles con una liga de deporte educativo y saludable.
Uno piensa, y siempre trata de hacerlo ingenuamente, que el sistema universitario Esp tendría que reflexionar sobre unos objetivos específicos: de la universidad pública, de las necesidades y aspiraciones de España, de la situación de la que partimos… Y en ese sentido, tratar de copiar a las universidades más excepcionales del mundo anglo-estadounidense me parece un posicionamiento equivocado, poco ilustrado y «algo provinciano»; como del muchacho de Valladolid – por decir algo – que llega a América y se queda deslumbrado por los rascacielos, las autopistas, los coches y las hamburguesas, etc. y piensa que todo lo suyo era mucho peor… Otra forma de colonialismo…
[7] Repensar los objetivos: reorientación de la producción de conocimiento y saberes
Recordando ahora a Guattari [2000: 14] en lugar de a Spinoza, ya en los 80 y en relación con la crisis ecológica y social – y en lo ecológico desde luego, ahora estamos mucho peor que entonces; como decía está muy claro que siempre se puede empeorar – planteaba que no era tanto en el avance de lo estrictamente tecno-científico en donde tendríamos que centrarnos – con los conocimientos existentes en realidad podríamos resolver casi todos los problemas a los que se enfrenta la humanidad hoy en día – sino en lo que Guattari llamaba ecología social y ecología mental: cómo se organizan las sociedades, que subjetividades producimos – por decirlo de manera rápida y simplificada. Si esto fuera así, y a mi desde luego me parece totalmente verosímil – y nos lo tomásemos en serio como sociedad – , debería suponer una reorientación radical de las ciencias las tecnologías, el general intellect, etc. hacia cosas como la transición energética justa y democrática, la reorientación radical de las finanzas y el desarrollo digital, los problemas de la desigualdad a múltiples escalas, la cuestión del (pos)crecimiento and-so-on. Daríamos entonces una menor importancia a otras cosas que hoy se entienden por la vanguardia de los tecno-científico.
La Humanitas de Cicerón [https://es.wikipedia.org/wiki/Paide%C3%ADa] – de donde vendrá el Humanismo, que se alcanzaba a través de la educación, constituía para los romanos lo que los diferenciaba de los bárbaros. Y hoy, a pesar de tantas críticas a los sucesivos humanismos, habría que seguir pensando en quienes son los bárbaros. Y entre los muchos bárbaros, uno piensa que están los que usan las ciencias y las tecnologías para matar mejor con sus drones y misiles, los que usan las matemáticas para vender más anuncios, generar algoritmos financieros depredadores o tener a la población estrechamente controlada, o los que usan la investigación médico-farmacéutica para ganar dinero antes que ninguna otra cosa. En fin, esa ciencia que imaginamos maravillosa, pero que sin orientación ni límites se convierte en motor de barbarie.
[ps2: Si se consultan la LOU (Ley de Ordenación Universitaria, art. 1) y en mi caso más particular la LAU (Ley Andaluza de Universidades, art. 3) y el Estatuto de la Universidad de Sevilla (arts. 2 y 3), se observa que las funciones, principios informadores, principios básicos y objetivos que se encomiendan y atribuyen a la Universidad en Esp son múltiples y variados, pero que muchos de los que se relacionan en estos textos legislativos quedan en la práctica en poco más que declaración de intenciones mientras que a través de otros se intenta dominar, de maneras que en ocasiones llegan a ser insidiosas, la vida universitaria].
[8] El tiempo, los plazos
La cuestión del tiempo, de los plazos. ¿Cuánto va a durar este gobierno? ¿Cuatro años, ocho, tres, dos…? ¿Cuánto se tarda en implementar una transformación profunda de un sistema universitario? ¿Veinte años? ¿Veinticinco? __ Parte de lo que se pueda pensar desde el nuevo ministerio tendría que ser en torno a esta cuestión de los tiempos… ¿Qué cosas se pueden hacer en uno o dos años? ¿Qué cosas se pueden plantear para 8, 16, 24 años y que condiciones supone eso para un proyecto que tendría que poder ser continuado por equipos muy diferentes? Porque lo que si que parece claro es que el proyecto de convertir Esp en un país entre los más avanzado en el campo del conocimiento y las ciencia y tecnología tendría que ser un proyecto generacional; – no puede ser algo que vaya el ritmo de las elecciones y los partiditos de turno.
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En fin; como siempre, casi todo lo escrito son más bien preguntas y temas que uno propondría para discutir con los amigos, que pretendidas verdades definitivas. A pesar de que los otros sí que propongan sus cosas como tales… Es lo que tiene, tanto el no tener que tomar decisiones – supongo que lo haría sin problemas si tuviera que hacerlo –, como el haber visto mucho ya y el ser cada vez menos creyente en nada.
¡Vale!
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#referencias
Gilles Deleuze, 2009 [1ª edición fr. 1981; 1ª edición Tusquets, 1984], Spinoza: filosofía práctica, Tusquets, Barcelona
Gilles Deleuze, 1991, Posdata sobre la sociedad de control, disponible, por ejemplo, aquí: http://theomai.unq.edu.ar/conflictos_sociales/Deleuze_Postdata_sociedad_control.pdf | accedido 13/01/2020
Félix Guattari, 2000 [1989], Las tres ecologías, Pretextos, Valencia.
F. Lenoir, 2019, El milagro Spinoza, Ariel, Barcelona
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Las fuentes de opinión son periodísticas aunque con referencia a estudios académicos; considero en cualquier caso que muestran otros sentidos comunes de los que estamos bastante necesitados.
Elizabeth Redden, 2019, Stepping Out of the Rat Race, en: https://www.insidehighered.com/news/2019/01/23/ghent-university-belgium-embraces-new-approach-faculty-evaluation-less-focused | accedido 13/01/2020
SV-POW!, 2017, Every attempt to manage academia makes it worse, https://svpow.com/2017/03/17/every-attempt-to-manage-academia-makes-it-worse/ | accedido 11/01/2020
World Economic Forum, 2017, Which countries provide their citizens with the best higher education? en: https://www.weforum.org/agenda/2017/05/which-countries-provide-their-citizens-with-the-best-higher-education/ accedido 11/01/2020