Archivo de la etiqueta: Silvere Lotringer

Virilio + Lotringer, Pure War (1983), reseña

Imagen de la guarda de la reedición de Pure War a los 25 años de la edición original, diseño de Marc Alary / Hedi El Kholti para Semiotext(e)

______

Virilio + Lotringer: Pure War (1983), una reseña

Por José Pérez de Lama

Referencia completa: Paul Virilio & Silvère Lotringer, 2008, Pure War, Semiotext(e), South Pasadena

______

Tal vez por la guerra en Ucrania. También por un texto al que ando dando vueltas sobre los paisajes de la violencia y el miedo, me puse a leer con seriedad este Pure War de Virilio y Lotringer, que tenía por la biblioteca, pero que hasta ahora solo me había atrevido a ojear. Los dos murieron recientemente (Virilio en 2018; Lotringer hace unos meses), y quizás también por eso sea un modesto un homenaje.

En el libro Lotringer, editor de Semitext(e) entrevista a Virilio. Se trata principalmente de las ideas de Virilio, eso creo. La primera edición de Pure War es de 1983, al final de la Guerra Fría, aún existía la URSS. Esta edición que celebraba los 25 años, incorpora varios materiales adicionales: un nuevo prólogo de Virilio; una nueva conversación (postscript) en 1997, titulada Infoguerra, y otro postscript de 2007 titulado Guerra contra las ciudades. Los cambios mundiales entre unas fechas y otras son muy significativos: disolución de la URSS, guerra del Golfo, ataque a las torres gemelas, y atentados varios en Madrid, París, Londres… guerra de Irak y guerra contra el terrorismo… Me centraré no obstante en este comentario en el texto / entrevista original de 1983 donde ya se plantean ideas e hipótesis bien intrigantes.

______

La guerra precede a la economía. La principal tesis de Virilio es que la guerra precede a la economía. Para entender esto me acuerdo de Marx, que otorgaba a la economía, al menos para su tiempo, un carácter «infraestructural», que atribuía — al capitalismo industrial en cuanto modo y relaciones de producción — la condición de ser la base sobre la que se construían las sociedades y desde la que podían explicarse y entenderse. Para Virilio este papel correspondería a la guerra. Tal vez podríamos pensar que se tratase de la violencia, en otro sentido clásico, de la particular relación de los estados con la violencia (el famoso «monopolio»…). Esta es mi interpretación.

Esta idea de la «precedencia de la guerra», aunque Virilio no lo dice explícitamente, me hace pensar en la «acumulación originaria o primitiva» de Marx: los procesos de acumulación de riqueza previos al capitalismo propiamente dicho, que hicieron posible su transformación en capital para poder iniciar la circulación característica de la producción industrial a partir de los siglos XVIII y XIX. Acumulación originaria que autores como David Harvey vienen defendiendo recientemente que no es algo que ocurrió sólo en el origen del capitalismo, sino que es algo que ocurre de manera constante como condición para su continuidad — en las relaciones coloniales y poscoloniales, en la mercantilización de los bienes comunes, en la conversión en mercancía de aspectos de la vida social o cultural que no lo eran previamente…

Véase al final en las notas adicionales la cita «La guerra, la logística como el fenómeno general».

Pura guerra. Virilio escribe durante la Guerra Fría, obsesionado por la carrera nuclear y la política de la disuasión (deterrence en inglés). El armamento (nuclear) ha llegado a tener un potencial tan destructiva, de la especie, que aún no llegándose a usar, es el elemento de referencia geopolítica y social fundamental.  «La guerra» para él, esta Pure War, pura guerra, sería un estado que estaría caracterizado por «la logística», la preparación para la guerra, que para él dominaría las sociedades contemporáneas. Y sería por medio de la logística que la guerra se se convertiría en economía. Una guerra permanente, que aparenta ser paz, en la que la clase militar tendería a confundirse con las clases política y capitalista.

Otro modo de pensar. Resulta oportuno, pienso, hace un comentario sobre el estilo — o el método, tal vez — de Virilio. Cuenta a Lotringer [2008: 52-53]:

[PV] No creo en las explicaciones. Creo en la sugerencia, en la cualidad obvia de lo implícito. Siendo urbanista y arquitecto, estoy demasiado acostumbrado a construir sistemas claros, máquinas que funcionan bien. No creo en que la tarea de la escritura consista en lo mismo. No creo en el tipo de escritura «dos-más-dos-igual-a-cuatro» […]

[SL] Cuando se dice todo, nada queda. Su aproximación por contra es resueltamente telescópica. En el momento mismo en que engancha algo, lo deja ir, salta a un lado en lugar de saturar el área que ha estado tratando. Es toda una política de la escritura. No es un discurso de guerra organizado, incluso menos, un discurso sobre la guerra; es un discurso en guerra. Escribir en estado de emergencia.

[PV] Trabajo en escalones — alguna gente se ha dado cuenta. Empiezo una frase, trabajo una idea, y cuando la considero suficientemente sugerente, salto un escalón a otra idea sin preocuparme del desarrollo. Los desarrollos son los episodios. Yo intento alcanzar la tendencia. La tendencia es el cambio de nivel.

[SL] Esto es algo hasta cierto punto nuevo en el campo de la escritura teórica.

[PV] Sí, absolutamente. En L’Esthétique de la disparition tuve la revelación de la importancia de la interrupción, del accidente, de las cosas que se paran para dejar de ser productivas. Es completamente diferente de lo que Gilles Deleuze hace en Mille Plateaux, Él progresa por arrebatos, mientras que yo manejo cortes y ausencias. El hecho de parar y decir, «vayamos a otro sitio» es muy importante para mí. Lo relaciono con cosas como la huelga. Lo esencial en una huelga es la ausencia.

[SL] Cada escalón es la interrupción del trabajo teórico. Para que otra cosa pueda suceder.

[PV] Para que otra cosa pueda suceder y para que pueda aparecer un espacio. La pretensión de rodear completamente una cuestión es absurda. No se le puede dar forma. Uno no debería intentar rodear completamente una cuestión. Sólo hay perspectivas sucesivas.

Se trata de una escritura muy alejada de lo que yo llamaría analítico, de una dialéctica en el sentido clásico, de un desarrollo racional  y lógico. Al menos en estos diálogos, lo describiría más bien como un estilo poético, carismático, profético, que aún así tiene un cierto efecto de verdad», o que al menos nos produce, me produce a mí de eso no tengo duda, una mezcla de intriga e inquietud. Supongo también que es parte de su atracción un poco oscura. A la razón más o menos científica de los discursos dominantes se opone este extraño hablar, «oracular» lo he llamado en otras ocasiones. Me recordaba un amigo recientemente los discursos de los años 60-70 sobre las tensiones entre significado y significante (tema lacaniano), la lucha contra lo que Guattari creo que llamaba la «dictadura del significante» que también reconocemos con facilidad en su escritura. Y en efecto, Virilio y Guattari trabajaban en un libro conjunto cuando éste último murió.

También hay algún parecido con los planteamientos de Benjamin y Adorno. Éste último planteaba la imposibilidad de llegar a una identidad, a una perfecta homología entre el mundo de las cosas y la vida y el de las ideas o conceptos, que tienen un carácter cualitativamente diferente.

Logística. Volvamos tras este comentario sobre el estilo del pensamiento viriliano a alguna de sus «no-explicaciones» sobre la logística:

[PV] Hay tres fases en el conocimiento militar. La fase táctica es la primera, puesto que se origina con las sociedades cazadoras. La táctica es el arte de la caza. La estrategia aparece junto con la política — la política en el sentido de la polis, la ciudad griega — el estratega que gobernaba la ciudad, la organización de un teatro de operaciones con murallas y todo el sistema militar-político de la ciudad tradicional. Por supuesto, las tácticas siguen existiendo, pero ahora hay, digamos, una supremacía que se da a la soberanía sobre las tácticas que además explica el desarrollo de las élites militares, particularmente del caballero, tanto del jinete romano como del caballero medieval que lo sucedió. Hacia la década de 1870, aparece de pronto la economía de la guerra. Lo apreciamos en los presupuestos ingleses y después franceses con el desarrollo de la artillería naval y el barco de guerra. Todo esto culmina, así lo hemos visto, en la sorpresa técnica de la Primera Guerra Mundial. Finalmente, tenemos la gran sorpresa, ya no técnica sino científica, una sorpresa de otro tipo: la aparición de la bomba nuclear. Ya no es un problema cuantitativo lo que sorprende a los estamentos militares, y así a los estados: ahora es un problema cualitativo: el arma definitiva. La logística toma el poder.

[SL] ¿Qué es lo que quiere decir exactamente, en este momento, con «logística».

[PV] Logística es una palabra que la gente no entiende. Es un término que viene del Prix de Rome, logiste, «competidor», y que fue usado por Henri Jomini, el adversario teórico de Clausewitz. En su tratado sobre la guerra, Jomini tiene una largo capítulo que es el primero que aparece sobre logística, y es una indagación: ¿Qué es aquello que hace que ya no sea suficiente tener inteligencia-de-guerra — pongo mi batallón a la izquierda, cargo por la derecha, los sorprendo al amanecer, etc.? ¿Cómo es que los medios llegan a hacerse tan importantes? Jomini se da cuenta de son las guerras napoleónicas, ya guerras de masas, guerras técnicas, con artillería y el telégrafo de Chappe lo que aparece en aquellos tiempos. Entre esta ya sofisticada artillería y el telégrafo, tienes una situación — por supuesto que primitiva — pero que sin embargo representa bastante bien lo que se desarrollará más adelante en el campo audiovisual, con la artillería de largo alcance, y finalmente con los misiles. La logística ocurre en el tiempo de las guerras napoleónicas porque estas guerras sacaron a millones de hombres a las carreteras, y junto a ellos, los problemas de la subsistencia. Pero lo subsistencia no lo es todo: la logística no es solo la comida, también son las municiones y el transporte. Como dijo Abel Ferru, «El problema de las municiones corre en paralelo con el del transporte». Los camiones trayendo municiones y los proyectiles volantes trayendo muerte están emparejados en un sistema de vectores, de producción, transporte, ejecución. Ahí tenemos toda un tabla de flujos que es logística en sí misma. Para entender lo que es esta revolución logística a-nacional — Eisenhower — hay una declaración del Pentágono de 1945-50 que es extraordinaria: «La logística es el procedimiento según el cual el potencial de una nación se transfiere a sus fuerzas armadas, tanto en tiempo de paz como en tiempo de guerra».

[SL] La revolución logística significa, en resumen, que el civil se ve discriminado frente a un tipo de cristalización de lo científico y lo militar […]

La tesis es que este dominio de la logística, que no define mucho mejor de lo que se hace en los párrafos precedentes, tal vez indirectamente en repetidas ocasiones, sería tanto lo que caracterizarían el estado de Pura Guerra, propio de la Guerra Fría, y menos de la actualidad, como el predominio de la guerra, de los militar sobre el estado, la economía, la sociedad, la ciudad…

Velocidad. Virilio propone una interesante serie en esta construcción, que sería la que relacionaría guerra-tecnologías-velocidad. La velocidad, la vitesse, es otro de los conceptos clave de Virilio. El dominio creciente de la velocidad, o más propiamente la aceleración, sería una de las manifestaciones de la guerra para Virilio. (La tecnología sería la que habilita esta velocidad creciente.) De ahí sus conocidas nociones de «dromología» y «dromoscopia». Dromología, de dromos, carrera en griega, estudio de la velocidad. Y dromoscopia, la visión de las cosas y el mundo en las condiciones actuales de aceleración permanente.

Véase al final en las notas adicionales «Sobre la tecnología».

Endocolonización. Otra idea interesante es lo que Virilio llama «endocolonización». El dominio de la guerra sobre la civilización, en particular, en la situación en que la disuasión es su aspecto fundamental,  da lugar, según Virilio, a un proceso de colonización de las poblaciones de los propios estados, una colonización interior. Como ya vimos que a Virilio no le gustan las explicaciones, tenemos que imaginar algo que por otra parte intuimos y resulta más que verosímil, la «logística» se aplica de diferentes maneras al control social de las poblaciones. El caso de Internet, que Virilio no tratará hasta los postcripts, resulta ilustrativo: su origen militar, y posteriormente sus aplicaciones dominantes relacionadas con la producción de subjetividad, el llamado capitalismo de la vigilancia y la captura de las beneficios de la cooperación social global.

Idolatría. Frente a la pretendida racionalidad que caracterizaría a las sociedades modernas, Virilio plantea que esta relación con la guerra, y el armamento nuclear en particular, donde se encuentra ciencia y guerra, se corresponden mejor con lo que solemos entender como idolatría. La ciencia en particular dejó de estar vinculada a unos fines prácticos, pasando a una situación en que ésta no reconoce ningún límite, una situación en que la finalidad de la ciencia sería la ciencia misma: la ciencia por la ciencia.

Los postscripts: 1983, 1997, 2007/8 son las fechas de los sucesivos textos recogidas en esta edición que se publica a los 25 años del primer Pure War. No comentaré sobre los comentarios posteriores, salvo decir que el ejercicio es interesante. Tratándose de tesis que algunos percibimos como de un carácter «profético» como decía, resulta curioso ver en qué cosas llevaba razón y en qué no. La actual guerra en Ucrania (2022), con la renovación de la amenaza nuclear, posiblemente da nueva relevancia al texto de 1983. El lenguaje, quizás también por los temas, que trata, más familiares, — la infoguerra, los ataques terroristas en las grandes capitales — también me resulta más comprensible.

Como cierre: considerando que en este libro lo que se  recogen son conversaciones — también en el Administration of Fear que leí hace un tiempo —  tendría sin duda que leer alguno de los textos escritos propiamente por Virilio para hacer una valoración menos parcial: Speed and Politics (1986), tal vez pueda ser una buena opción.

Vale.#

_________________

Citas y comentarios adicionales

La guerra, la logística como el «fenómeno general» [2008: p. 20]

[SL] El fenómeno general no es la economía, es la guerra.

[PV] Llamémoslo logística, La logística es el principio de la economía de la guerra, que luego se convertirá simplemente en economía, hasta el punto de sustituir a la economía política.
______

Militarización del espacio [2008: p. 18]

[SL] ¿Existe un espacio de la guerra?

[PV] El espacio militar es algo de lo que la gente no habla con demasiada frecuencia. Se encuentra en Clausewitz, pero realmente no se ha retomado desde entonces. La gente habla de la historia de la guerra, de los campos de batalla, de las muertes en la familia, pero nadie habla del espacio militar como la constitución de un espacio que tiene sus propias características. Mi trabajo se sitúa en el interior de este concepto. De pronto comprendí que la guerra era un espacio en sentido geométrico, incluso más que geométrico: cruzando Europa de norte a sur, de los refugios de las ciudades alemanas a la Línea Sigfrido, pasando por la Línea Maginot y la Muralla Atlántica, le hace a uno darse cuenta de la amplitud de la Guerra Total. Y de la misma manera se aprecia la dimensión mítica de la guerra extendiéndose no sólo a través de Europa, sino por todo el mundo. Los objetos, bunkers, refugios antiaéreos, bases submarinas, etc. son como puntos de referencia o monumentos a la naturaleza totalitaria de la guerra en el espacio y en el mito.

Comentario: Esta cita me hizo pensar en la expresión o el concepto «militarización del espacio» usado algunos años después por Mike Davis para tratar de explicar la configuración del espacio en Los Ángeles, California. Luego retomada, diría, por autores como Soja, Graham, Weizman y otros. Weizman en especial enfatiza su carácter de proyecto y de producción de un cierto mundo, que aprecio en la cita de Virilio – más que como «algo que ocurre» como uno lo había tendido a interpretar.

______

Sobre la tecnología [2008: pp. 76-77]

[SL] ¿Es la tecnología, entonces, no tanto progreso como alienación?

[PV] Desde el siglo dieciocho –desde la Edad de la Ilustración, por usar la terminología bien conocida– hemos creído que la tecnología y la razón avanzaban de la mano hacia el progreso, hacia un «futuro glorioso», según se dice. No era necesario decir que encontraríamos la solución: a la enfermedad, la pobreza, la desigualdad. La encontramos, de acuerdo, pero era final, no óptima. Fue la solución del mundo terminando con una guerra nuclear, en la Guerra Total, en la exterminación y el genocidio. Entonces, mi intención es decir: No más ilusiones sobre la tecnología. No controlamos lo que producimos. Que sepamos cómo hacerlo no significa que sepamos qué estamos haciendo. Intentemos ser un poco más modestos e intentemos entender el enigma [riddle] de lo que producimos. Las invenciones, las creaciones de los científicos son enigmas que expanden el campo de lo desconocido, que expanden lo desconocido, por así decirlo. Y ahí tenemos una inversión. La inversión no es pesimista per se, es una inversión del principio. Ya no partimos de una idea positivista o negativista, partimos de una idea relativista. El problema es el siguiente: la tecnología es un enigma; así que empecemos a trabajar en el enigma y dejemos de trabajar sólo en la tecnología.
______

[2008: p. 148]

[SL] La tecnología no es neutral.

[PV] No es neutral; es un continente negro.
______

Un recuerdo de Sylvère Lotringer, editor de Semiotext(e)

Portada de Mad like Artaud, de Sylvère Lotringer, 2015. Fuente: https://caligaripress.com/Part-2

______

Selección, traducción y comentarios de José Pérez de Lama

Murió hace unas semanas Sylvère Lotringer (Paris, 1938 – Baja California, 2021). McKenzie Wark le dedicó un bonito escrito de despedida, también tuiteó diversos enlaces sobre él. Me sonaba vagamente, quizás como un colega de Deleuze y Guattari, y me fui dando cuenta leyendo de qué. Esta año pasado, o el otro, había leído un libro suyo con entrevista larga con Paul Virilio, el importante The Administration of Fear. Y en fin, era uno de los principales editores de Semiotext(e), editorial mítica para mí, sin tener del todo claro por qué, en la que he leído [en inglés, mezcla de manía y necesidad por no leer francés] además de a Virilio, a Guattari (Chaosophy en especial) y hace ya un tiempo a Baudrillard (Simulations, cuando el concepto, durante unos años, a mediados de los 90 del siglo pasado, se convirtió en un must). Wark en su reseña en un blog o algo así de la New Left Review, lo llamó, con algo de guasa, “Theory Daddy” – que podríamos traducir como «Papito de la Teoría»?! como si hubiera sido un pusher o un pimp o un pervertidor de las jóvenes mentes por medio del «pensamiento radical francés», empezando por Nueva York y de ahí de vuelta a todo el mundo – sí, de esos autores que yo mencionaba y algunos más. También Bifo y el propio Wark, últimamente, han publicado en Semiotext(e).

Leyendo las entrevistas y bíos es impresionante toda la gente que conoció, con la que colaboró, que eran sus colegas, en sus sucesivas etapas en París, Nueva York y Los Ángeles. Además de los citados, mi preferido es Perec, con quien parece ser que trabajo en la edición de una revista casi de adolescente – Lotringer y Perec solo un poco mayor pero ya con un cierto aura de genio si no lo entendí mal.

L*s que os queráis enterar, leed los enlaces al final, son buenas introducciones – eso me parece – se que algun*s colegas de Tw ya los han leído, por lo menos Theory Daddy.

A continuación reproduzco traducidos algunos párrafos que había anotado de las entrevistas cuando las leí. Supongo que nos ocurrirá a todos algunas vez lo que me ocurrió. Me acordé de algo que contaba en estas entrevistas, lo que cómo ciertas «máquinas» de dominación nos hacen «pequeños, pequeños, pequeños…». Pero no lograba acordarme dónde lo había leído, ¿Adorno con el que andaba estos días? ¿Graeber? No lo localizaba. Y de pronto buscando otra cosas encontré las notas y me di cuenta que era algo de Lotringer. Aquí os lo dejo. Están relacionados con sus experiencia de bastante años como profesor en Columbia (NY) y por qué siempre trató de poner una cierta distancia con aquello y vivir diversos mundos a la vez… Sirva este post como discreto homenaje. Probablemente mi selección  no será ni mucho menos lo más importante que Lotringer tuviera que decir, pero a mí me llamó bastante la atención en su momento supongo que porque tenían que ver con cosas que andaba yo mismo pensando.

Siguen los párrafos traducidos, y luego el original en inglés. La fuente es: Jonathan Thomas (Interview by), 2015, Sylvère Lotringer, The Man Who Disapperead. Part 03: New York & After, in: Caligary. A Periodical of Cinema, Arts and Letters, 2021, en: https://caligaripress.com/Sylvere-Lotringer-The-Man-Who-Disappeared | visitado 12/01/2022

[SL:] Me gusta esta apertura. Lo que no me gustaba era la pequeñez – mezquindad – de todo en cuanto se convierte en un grupo pequeño de personas. En los departamentos académicos por todo el país, la gente pasando el tiempo molestándose unos a otros, poniéndose celososo, lamentando alguna promoción.

[JT:] Los artistas hacen eso también.

[SL:] Sí, pero yo tengo experiencia de primera mano de la «academia», y sabía que no era solo en la academia. Se hace a la gente pequeña, se hace que sus intereses sean sólo reactivos, en lugar de activos. Desconfío de la naturaleza humana cuando existe eso. Una de las razones por la que tomé estos caminos es porque no quiere que me arrinconen en algo. Me sorprendo a mi mismo a veces siendo envidioso, siendo resentido, y trato de borrarlo haciendo otra cosa en su lugar. […]

___

[Cuando empezó de profesor en Columbia/…] tenía un apartamento en el Upper West Side que era un apartamento de Columbia. Estaba justo detrás de Barnard [la facultad]. Los estudiantes estaban en el mismo edificio que la administración y los profesores. Era un apartamento muy bueno de tipo burgués, así que después de dos años, pienso, ya no pude aguantar seguir viviendo allí. Porque no creo que la gente no sea afectada por su entorno. Si te colocas en el campus, que eso era aquello, entonces te conviertes en un académico. Vas en el ascensor, hablas con la gente allí, compras la leche y te encuentras con tu estudiante que te dicen, voy retrasado con mi trabajo. Entonces tu vida empieza a encogerse y encogerse y encogerse.

Realmente pienso que es muy importante estar en diferentes sitios y estar en diferentes mentes [estados mentales], si quieres mantener tus cosas en equilibrio. […]

___

Y este otro párrafo más en positivo, sobre la «teoría» o el «hacer teoría» – muy guattariano:

Es un hecho que cosas muy simples pueden cambiar mucho. Y eso es lo que yo esperaba de la teoría. Esperaba que la gente reconociera que cuando lees un libro hay cosas que de pronto llaman tu atención, y pensé que la teoría sería eso. Escoge simplemente lo que quieras. No tienes que asumir todo el sistema. No tenemos que ser totalizantes, no tenemos que saberlo todo. Tan solo tenemos que experimentar. Y cuando cambias un elemento o varios elementos, cuando los mezclas, entonces has experimentado con nuevas ideas – entonces te has convertido de alguna manera en filósofo[a]. No tienes que haber estudiado Filosofía.

__________________

El original en inglés:

I like this openness. What I didn’t like is the pettiness of everything as soon as it turns into a small group of people. In academic departments throughout the country, people are spending their time picking on each other, getting jealous, resenting some promotion.

Artists do this too.

Yes, but I have first hand experience in the academy, and I knew that it was not just the academy. You make people small, you make their interests so reactive, instead of active. I distrust human nature if that exists. One of the reasons I took these paths is that I don’t want to be cornered in something. I catch myself sometimes being envious, being resentful, and I try to brush it away by doing something else instead. […]

______

I had a big apartment on the Upper West Side that was Columbia’s apartment. I was just behind Barnard. The students were in the same building with the administration, and teachers. It was a very good bourgeois kind of apartment, so I think after two years I couldn’t stand living there. Because I don’t trust that people are not affected by their environment. If you put yourself in the campus, which is what it was, then you become an academic. You go in the elevator, you talk to people there, you go to get your milk and you find your student who says, I’m late with my essay. So your life starts to shrink and shrink and shrink.

I really think it’s very important to be in different places and to be in different minds, if you want to keep your things in balance. […]

______

It’s a fact that very simple things can change a lot. And that’s what I expected with theory. I expected people to recognize that when you read a book there are things that suddenly draw your attention and I thought theory would be that. Just pick up what you want. You don’t have to be responsible for the whole system. We don’t have to be totalizing, we don’t have to know everything. We just have to be experimental with it. And when you change one element or several elements, when you mix them, then you experimented with new ideas — then you become a philosopher of sorts. You don’t have to be trained to be a philosopher.

__________________

Referencias:

Jonathan Thomas (Interview by), 2015, Sylvère Lotringer, The Man Who Disapperead. Part 03: New York & After, in: Caligary. A Periodical of Cinema, Arts and Letters, 2021, en: https://caligaripress.com/Sylvere-Lotringer-The-Man-Who-Disappeared | visitado 12/01/2022

McKenzie Wark, 2021, Theory Daddy, in: Side Car New Left Review, disponible en: https://newleftreview.org/sidecar/posts/173 | accedido 12/01/2022

Semiotext(e): http://semiotexte.com/ | accedido 12/01/2022

Wikipedia, sf, Semiotext(e), en: https://en.wikipedia.org/wiki/Semiotext(e) | accedido 12/01/2022