
hackitectura.net, ACS, D. Gómez, Sururbana, J. Milara et al. 2002, Mapa de la Sevilla Global; producido para la contracumbre de Sevilla 2002 (haz click en la imagen para verla en mayor tamaño)
Por José Pérez de Lama, máquinas urbanas de contabilidad
7 deseos para Sevilla en materia de urbanismo con el horizonte de las elecciones
_versión 1.0
Lo difícil es desear, Gilles Deleuze
En el ambiente pre-electoral que vivimos, – a pesar de los meses que faltan todavía -, no es raro que nos cueste distinguir entre lo que consideramos realista o viable y lo que estimamos deseable, pero de cuya viabilidad dudamos…
Sin llegar a discernir claramente entre la realidad y el deseo, o situándome precisamente ahí, entre la realidad y el deseo – como creo que hacía el poeta – , voy a proponer 7 deseos a la lámpara mágica de los nuevos partidos, coaliciones o alianzas que empiezan a conformarse. Son cosas que me gustaría que ocurrieran en Sevilla desde la perspectiva de lo urbano, de la ciudad [nota 0]. Aquí van, entonces, los deseos:
Deseo 1: Edificios como árboles. Una ciudad cuyos edificios sean como árboles; como cerezos dicen algunos [nota 1]; que produzcan la energía (renovable) que consuman y que estén conectados en red entre sí para intercambiar la energía que produzcan y no lleguen a consumir. Una ciudad con edificios que generen su propia energía a partir del sol y de otras fuentes renovables, que alimenten la riqueza de los ecosistemas en torno suya, y que cuando “mueran” se reintegren en los ciclos naturales de la materia. Suena fantasioso, pero ya hay mucha gente trabajando y experimentando con estas cuestiones, entre otros Vicente Guallart arquitecto jefe de la Gerencia de Urbanismo de Barcelona [nota 2], o Jeremy Rifkin, que considera además que este planteamiento podría contribuir a generar una nueva economía, que califica de una tercera revolución industrial. [nota 3] En mi versión, además, los nuevos dispositivos y sistemas para transformar el parque inmobiliario en una planta distribuida de producción de energía serían diseñados y fabricados localmente; y la red sería propiedad cooperativa del propio municipio y de sus habitantes (con la forma de una cooperativa de servicios públicos).
Deseo 2: Vivienda digna para tod@s. Una ciudad en la que el Ayuntamiento controle el precio del suelo y de la vivienda por medio de las herramientas y recursos a su disposición, y que a través de estos mecanismos garantice, de forma responsable, el acceso a una vivienda digna a toda la población, en régimen de alquiler, mediante cooperativas con suelo en cesión de uso y otras modalidades. Una ciudad que mediante una buena gestión, facilite a sus habitantes la posibilidad de acceder a una vivienda digna por un precio razonable de 100 a 200 euros/mes – según se demuestra posible en municipios próximos a Sevilla como es bien conocido en el caso de Marinaleda donde el precio de la vivienda es, incluso, muy inferior.
Deseo 3: Plan de Cuidados Urbanos. Una ciudad que en lugar de tener un Plan General de Ordenación Urbana tenga un Plan Integral de Cuidados Urbanos, cuyo objetivo no será ya fijar el precio del suelo, sino que será ver como cuidar de los habitantes en toda su diversidad y del medio urbano, de los niños y niñas, las mujeres, los ancianos y ancianas, los migrantes, las personas en riesgo de exclusión; de los enfermos y los que son más débiles. Como cuidar las plazas, calles, jardines y parques. Como cuidar los edificios históricos y los menos históricos. Como cuidar los servicios públicos. Como cuidar de nuestros visitantes. Muchas de estas cosas suelen incluirse en lo que algunos llamamos derecho a la ciudad [nota 4]. Una ciudad en la que la prioridad sea que los entornos sean saludables y beneficiosos para tod@s. Otras personas también llaman a esto cuidadanía [nota 5].
Deseo 4: Derecho a la ciudad. Una ciudad en la que las inversiones se repartan de forma equitativa y transparente entre todos los barrios de la ciudad, los turísticos y los no turísticos, los populares y los menos populares, y en que esta distribución sea transparente. En la que también se haga un esfuerzo por hacer transparente los gastos en todas las obras públicas y en la que se estudien bien los presupuestos de las obras, para que puedan ser respetados, y que no ocurra que una obra empiece con una presupuesto de 10 millones y acabe costando más de 100. Una ciudad en la que los vecinos de los diferentes barrios, incluyendo en lugar destacado a mujeres, ancianos y ancianas y niños y niñas, participen en la toma de decisiones sobre las prioridades y las obras que se hagan en sus barrios. A estas cosas también se las suele incluir en lo que se llama derecho a la ciudad.
Deseo 5: Movilidad saludable. Una ciudad en la que nos podamos desplazar con facilidad de manera saludable y ecológica. Una ciudad que tenga como prioridad el mantenimiento y la ampliación y mejora de la red de carriles bici, y que sustituya de una vez el proyecto de metro subterráneo, por la metronización del sistema de autobuses cuyos rendimiento, según se viene demostrando allí donde se aplica, bien diseñado y gestionado puede ser igual o superior al del metro convencional, y cuyo coste es muy muy inferior.
Deseo 6: Ciudad productiva y permacultura. Una ciudad en la que el impulso de la producción local de conocimiento, bienes y servicios sea un objetivo fundamental, incluyendo el apoyo a la agricultura urbana y ecológica (permacultura) con sistemas de cesión de suelo público, la cesión de uso de espacios de propiedad pública a proyectos de interés social y empresarial, la creación de cooperativas de servicios públicos, participadas por el municipio y la ciudadanía, para el acceso a Internet (tipo guifi.net) y a servicios digitales de apoyo a la producción y la innovación (red de media labs y fab labs, open data, y otros), y el estudio de herramientas económicas para el impulso de lo local como puedan ser la moneda complementaria o la banca pública.
Deseo 7: Investigaciones urbanas. Finalmente, una ciudad que colabore estratégica e intensamente con las universidades, centros de investigación y empresas locales en un programa de investigación e innovación en el campo de la ciudad, la economía urbana, la sostenibilidad, los sistemas abiertos y libres, etc. para desarrollar sus propias tecnologías que la conviertan en el medio plazo en un referente global en este campo.
Estas son una primeras ideas, por si fueran de ayuda a alguien. Quedarán muchos asuntos pendientes, y seguro que otros tendrán otros deseos; entre otras cuestiones estarían el tema fundamental de la exclusión y la pobreza, el desarrollo de una estrategia sobre patrimonio industrial, el reciclaje de las miles de viviendas vacías, algo sobre implementación de una renta básica universal y lo que supondría para la gestión de la ciudad, abordar el metabolismo urbano en toda su complejidad, la compleja cuestión del decrecimiento…
#notasyreferencias
[0] Empecé poniendo ciudad en lugar de urbanismo, pero no se acababa de entender. Aún así, urbanismo no me gusta mucho, siempre me recuerda a los situacionistas que lo definían como una forma poco estudiada de la criminología.
[1] William MCDONOUGH, Michael BRAUNGART, 2002, Cradle to Cradle. Remaking the Way We Make Things, North Point Press, Nueva York
[2] Vicente GUALLART, 2012, La ciudad autosuficiente: Habitar en la sociedad de la información, RBA, Barcelona
[3] Jeremy RIKFIN, 2011, The Third Industrial Revolution. How Lateral Power is Transforming Energy, The Economy, and The World, Palgrave MacMillan, New York
[4] David HARVEY, 2012, Rebel Cities. From the Right to the City to the Urban Revolution, Verso, London New York
[5] Carolina JUNCO, Amaia PÉREZ OROZCO, Sira DEL RÍO, 2004, Hacia un derecho universal de cuidadanía, disponible en: http://www.caesasociacion.org/feminismo/ficheros/derecho_universal_cuidadania.pdf