Archivo de la etiqueta: Kurt Vonnegut

Didion y Vonnegut sobre el (self-respect) respeto por uno/a mismo/a

Imagen: A riderless Dessie in Kempton Park. Tw: @CDChistory 20/12/2020 – ver también: https://en.wikipedia.org/wiki/Desert_Orchid. El texto de Vonnegut que se comenta en el post evoca algunas imágenes de las carreras de caballo con obstáculos, el llamado steeplechase.

______

Joan Didion y Kurt Vonnegut sobre el «self-respect» – el respeto por uno/a mismo

Selección y comentario de José Pérez de Lama

Joan Didion, nació en 1934. En 1961, cuando escribe la pieza, On Self Respect, una de sus más famosas, tenía 26 o 27 años. Kurt Vonnegut, nació en 1922 y murió en 2007. En 1996, cuando escribió la pieza que aquí se recoge, en su libro Timequake, tenía 73 o 74 años.

Lo del self-respect, literalmente respeto por uno mismo, me parece que no es una expresión tan habitual en español-castellano como en inglés. Aquí quizás hablemos más de «amor propio«, «quererse a uno mismo», «autoestima»… en otros tiempos, quizás, «honor»… tal vez esta acepción pudiera ser más parecida a la que le da Vonnegut… O igual no.

Joan Didion

Para sus seguidores es conocido que ésta es una pieza que escribe para la revista <Vogue, y que además lo hace deprisa y corriendo, para rellenar el espacio de un artículo que no había llegado a tiempo. Y que, a pesar de eso, se convierte en unas de sus piezas más importantes y recordadas. En mi opinión empieza de forma algo convencional, y luego al final, toma bastante más intensidad. Aquí una cita de esta parte final:

To have that sense of one’s intrinsic worth which, for better or for worse, constitutes self-respect, is potentially to have everything: the ability to discriminate, to love and to remain indifferent.

Traducción: Tener ese sentido del propio valor, que, para bien o para mal, constituye el respeto por uno/una mismo/misma, es tener potencialmente todo: la capacidad de discriminar, de amar y de mantenerse indiferente.

Joan Didion, 1961, On Self Respect. Texto completo en inglés aquí: https://www.vogue.com/article/joan-didion-self-respect-essay-1961

______

Kurt Vonnegut

1998 [1997], Timequake, Vintage, Nueva York; capítulo 55, pp. 182-185.

[Paradoxes of self-respect]

Nota preliminar del traductor: A Vonnegut, siempre, y quizás incluso más en esta novela, le encanta jugar con el lenguaje, usar modismos varios, coloquiales y más artísticos. Traducirlo bien-bien tal vez sea imposible. Aún así me gusta mucho hacerlo. Casi en casa párrafo he añadido una nota que tiene que ver con la traducción. Esto para muy aficionados…

Mientras que la primera mitad del texto de Vonnegut se centra bastante en su idea de self-respect, la segunda se van transformando en un cierto delirio sobre el tema – así es la mayor parte del libro, y no lo digo de forma peyorativa, sino al contrario, pues es uno de mis libros preferidos.

Sigue mi prueba de traducción – con las notas en azul:

______

Conocí al escritor Dick Francis en el Derby de Kentucky hace ya años. Sabía que había sido un jinete campeón de steeplechase [carreras en pista con obstáculos – se suelen llamar en España también por su nombre en inglés]. Le dije que era un tío mucho más grande de lo que había esperado. Me contestó que se necesitaba un hombre grande para mantener a un caballo de una sola pieza [*] en un steeeplechase. Creo que esta imagen se me quedó tan claramente grabada en la memoria, durante tanto tiempo, porque la vida misma se puede parecer un montón a algo así: un asunto de hacer lo necesario para mantener firme y de una sola pieza, para que no se descomponga, en lugar del caballo, el respeto por uno mismo, pues es de esperar que el respeto por uno mismo tenga que pasar bastantes vallas y setos y charcas.

Me parece que Lily, mi querida hija de trece años, habiéndose convertido en una bonita adolescente, como la mayoría de los adolescentes estadounidenses, está manteniendo su respeto por sí misma lo mejor que puede en un steeplechase bastante complicado.

* La afortunada expresión en inglés es hold a horse together — cuya traducción no me satisface en exceso. El texto en inglés dice así: He replied that it took a big man to “hold a horse together” in a steeplechase. This image of his remained in the forefront of my memory so long, I think, because life itself can seem a lot like that: a matter of holding one’s self-respect together, instead of a horse, as one’s self-respect is expected to hurdle fences and hedges and water.

______

Hace unos años dije a los nuevos graduados de la Butler University, no mucho mayores que Lily, que aunque los estuvieran llamando la Generación X, a dos clicks del final, – eran tan Generación A como lo habían sido Adán y Eva. ¡Qué tontería!

Esprit de l’escalier! [*] ¡Más vale tarde que nunca! Sólo en este preciso momento en 1996, cuando estoy a punto de escribir la siguiente frase, me he dado cuenta de lo insensata que tuvo que sonar para aquella joven audiencia la imagen del Jardín del Edén, – en un mundo tan poblado de gente secretamente asustada como ellos, y tan saturado de trampas explosivas, naturales y fabricadas por el hombre.

Esta es la siguiente frase: Tendría que haberles contado que eran como Dick Francis cuando Dick Francis era joven y estaba subido a un animal lleno de orgullo y de pánico, en el cajón de salida de un steeplechase.

* Dice la querida Wikipedia: L’esprit de l’escalier (en español: el ingenio de la escalera) es una expresión francesa que describe el acto de pensar en una respuesta ingeniosa cuando ya es demasiado tarde para darla. Fue acuñada por Denis Diderot, el enciclopedista francés, en su Paradoxe sur le comédien.

______

Y algo más: Si un caballo de carreras renuncia una y otra vez a saltar los obstáculos, se lo retira y se lo manda a pastar. En Estados Unidos, el respeto por uno mismo de la mayoría de la gente de clase media, de mi edad o mayor [KV nació en 1922] y que todavía sigue viva, está ahora pastando; no es mal sitio para estar. Masticando. Rumiando.

Si el respeto por uno mismo se rompe una pierna, la pierna nunca puede recuperarse. Su dueño tiene que sacrificarlo de un tiro. Mi madre y Ernest Hemingway y mi antiguo agente literario preferido y Jerzy Kosinski y mi renuente director de tesis en la Universidad de Chicago […] todos ellos me vienen a la mente. [*]

Pero no Kilgore Trout. Su indestructible respecto por sí mismo es lo que yo admiraba más de Kilgore Trout. [**] […]

* Todos los mencionados, familiares, amigos y conocidos del autor, se suicidaron; la mayoría de sus historias se han contado previamente en Timequake, el libro que se está citando.

** Kilgore Trout, novelista de ciencia ficción y vagabundo, y en buena medida alter ego del autor, que aparece en diversas novelas de KV y que es uno de los protagonistas, quizás el protagonista principal, de Timequake.

______

Mucha gente fracasa porque sus cerebros, sus «esponjas de tres-libras-y-media-empapadas-en-sangre», sus «desayunos-de-perro», [*] no funcionan suficientemente bien. El motivo del fracaso puede ser simplemente ese. Alguna gente, aún esforzándose todo lo que puede, ¡nunca podrán satisfacer lo que se espera de ellos! [**]

¡Es así! Tenía un primo de mi edad al que le iba fatal en Shortridge High School, [el instituto de su barrio en Indianapolis]. Era un enorme primera línea [de fútbol americano], y muy amable. Llevó a casa una cartilla de notas horribles. Su padre le preguntó, «¿Que significa esto?» Mi primo le respondió como sigue: «¿No lo sabes, Padre? Soy tonto, soy tonto».

* Expresiones que podríamos llamar «absurdistas» que le gustan a Vonnegut, y en fin, en este caso podríamos llamarlas «inmanentistas» o muy escépticas, posiblemente atribuidas a Kilgore Trout, y que KV repite de vez en cuando a lo largo del libro.

** Some people, try as they may, can’t cut the mustard! — expresión ésta última de la mostaza que significa algo así como «tener éxito, o menos ambiciosamente, llegar a cumplir con lo que se espera de ellos».

______

Pon esto en tu pipa y fúmatelo: Mi tío-abuelo materno Carl Barus fue uno de los fundadores y presidente de la American Physical Society. Un edificio en la Universidad de Brown llevá su nombre en su honor. Tío Carl Barus fue profesor allí durante muchos años. Yo nunca lo conocí. Mi hermano mayor sí que lo conoció. Hasta el verano de 1996, Bernie [su hermano, prestigioso científico en estudios sobre el clima] y yo siempre lo habíamos imaginado como alguien que había contribuido serenamente, con modestas pero ordenadas aportaciones, al entendimiento humano de las leyes de la Naturaleza.

El pasado junio, sin embargo, se me ocurrió pedirle a Bernie que me contara algún descubrimiento concreto, aunque fuera pequeño, que hubiese hecho nuestro distinguido tío-abuelo, cuyos genes Bernie había heredado de manera tan sobresaliente. La respuesta de Bernie fue cualquier cosa menos rápida, cualquier cosa menos inmediata. A Bernie le hizo gracia darse cuenta después de tanto tiempo que el tío Carl Barus, que le había hecho atractiva la idea de hacerse físico, nunca le había contado nada de lo que él mismo había logrado.

«Tengo que mirarme lo de Tío Carl, a ver qué es lo que hizo», me dijo Bernie. ¡Agárrense a sus sombreros!

______

Escuchen: Tío Carl, en 1900 o por ahí, experimentó con los efectos de los rayos X y la radiactividad sobre la condensación en una cámara de niebla, un cilindro de madera lleno de niebla que él mismo había confeccionado. Concluyó, y así lo publicó como cosa cierta, que la ionización era de relativamente poca importancia para la condensación.

En torno a la misma fecha, amigos y vecinas, el físico escocés Charles Thomson Rees Wilson llevó a cabo experimentos similares con una cámara de niebla hecha de cristal. El taimado escocés probó que los iones producidos por los rayos X y la radiactividad tenían mucho que ver con la condensación. Criticó a Tío Carl por ignorar la contaminación derivada de las paredes de madera de su cámara, por su tosco método de generar las nubes y por no proteger su niebla del campo eléctrico de su aparato de rayos X.

Wilson fue más allá: por medio de su cámara de niebla hizo visibles a simple vista las trayectorias de las partículas cargadas eléctricamente. En 1927, compartió el premio Nobel de Física por haber hecho aquello.

¡Tío Carl debió sentirse «como algo con lo que se había drogado el gato»! [*]

______

* Alternativa a esta última frase… ¡Tío Carl debió sentirse como algo que había arrastrado el gato! Uncle Carl must have felt like something the cat drug in! – dice el original. Diría que es un juego de palabras que KV repite múltiples veces en Timequake. Dice en el capítulo 5, página 16, que era una de las expresiones preferidas de Kilgore Trout. La expresión original de la que parte la cosa parece que sería, «Look what the cat’s dragged in» – «¡Mira lo que trajo el gato!», como cuando un gato trae un pájaro muerto o cualquier cosa así rara que se haya encontrado. Esta primera expresión se dice cuando aparece por ejemplo una persona inesperada a la que hace mucho que no se veía. Otra variante, “It looks like something the cat dragged in” – Y esta parece que podría ser la que KV convierte en “drug in,” que deja de tener sentido literal, pero que, creo, que a la vez no deja de entenderse, pero introduciendo una cierta confusión y ambigüedad, que, al menos a mí,me hace reír. Entonces la traducción que propongo, por lo absurda, me parece que está bien.

Recordando a David Graeber: ¿es la actitud moralista en relación con el trabajo la que está acabando con el planeta?

Imagen: captura de un tuit de David Graeber del pasado mes de julio de 2020
______

José Pérez de Lama

*** Modesto homenaje de arquitecturaContable a David Graeber

[1] Trabajo, — ya sabemos –, como casi todos los términos interesantes significa cosas contradictoriamente polisémicas. Por un lado, significa lo que hacemos para transformar el mundo y adaptarlo a nuestras necesidades, para hacerlo más habitable,  para obtener los recursos necesarios para la vida. Por otra, en nuestro sistema social, en tanto que empleo, constituye una forma de sujeción y quizás explotación — desde Marx es difícil abandonar la sospecha de esto último. Casi todos necesitamos tener un trabajo porque constituye la forma en que la mayoría nos ganamos la vida, pero a la vez,  mucho de las cosas que tenemos que hacer en nuestros trabajos, por decirlo sin entrar en excesivas complejidades, no son las que haríamos si pudiéramos elegir libremente.

El mes pasado, con su característica brillantez, David Graeber, que murió pocos días después, ponía un par de tuits divertidos sobre este asunto del trabajo, sobre el que sus seguidores saben perfectamente que venía escribiendo durante los últimos años — muchos sabréis que su último libro publicado se tituló Bullshit jobs. A TheoryBullshit jobs es el nombre que inventó para describir la proliferación durante las últimas décadas de trabajos sin sentido, absurdos y poco útiles.

En este par de tuits que recordaba Graeber nos hacía sonreír con su inteligencia burlona y provocadora, haciéndonos dudar de la virtud del trabajar duro, que por temporadas algunos hemos llegado a considerar algo casi sagrado…

Decía así, entonces, el pasado 14 de julio (captura al principio del post del tuit original):

Serie Propuestas inmodestas en Radio 4: el trabajo está destruyendo el planeta. Para salvarnos a nosotros mism*s podemos empezar por

1. eliminar los trabajos inútiles (bullshit jobs)
2. parar de construir sin sentido (batshit construction)
3. terminar con la obsolescencia planificada.

[twitter.com/davidgraeber/status/1283053313735495692]

Y continuaba en el mismo hilo:

esto es,

la cuestión clave: "no es nuestro hedonismo el que está destruyendo el planeta, es nuestro puritanismo," el hecho de que sintamos que todo el mundo debe estar constantemente trabajando, independientemente de que se necesite que algo sea hecho, para justificar nuestros placeres de consumidores.

Por supuesto Graeber relacionaba esto con el debate sobre los trabajos que estos meses atrás, más que nunca, se habían demostrado como «esenciales» — y por contraste los que se revelaron como menos, o como prescindibles, los quizás bullshit jobs, como muchos de los nuestros que andamos leyendo y escribiendo blogs y tuits y cosas así… 🙂 (véanse las entrevistas enlazadas al final). Seguir leyendo Recordando a David Graeber: ¿es la actitud moralista en relación con el trabajo la que está acabando con el planeta?

Epicuro: La amistad baila alrededor del mundo anunciando que despertemos para la felicidad


En la llamada Villa de los Papiros de Herculano, sepultada por la erupción del Vesubio el año 79 dC, se encontró, en el siglo XVIII, una biblioteca de la que laboriosamente se fueron recuperado más de 1.800 papiros [en la imagen un fragmento], que constituye una de las fuentes de los pocos textos epicúreos que nos han llegado desde la Antigüedad. Al menos las primeras de estas excavaciones fueron promovidas por Carlos III de España, quien también era rey de Nápoles. Ver algunos enlaces al respecto al final del post. Fuente de la imagen: Wikipedia.

______

Notas de José Pérez de Lama

Este post son unas notas que he ido recogiendo últimamente sobre una máxima epicúrea que he encontrado  en varias situaciones diferentes . La máxima en cuestión, que como dice el título, plantea relaciona la amistad o philía, uno de los grandes principios del epicureísmo, con un despertar a  la felicidad en todo el mundo. Emillio Lledó, en particular, la interpreta como una propuesta de política cosmopolita, de una cosmopolítica que dirán más adelante Kant y mucho más recientemente Stengers, basada en la fraternidad [ver fragmento más abajo].

Tratando de pensar eso que contaba Lledó me encontré con lo que me han parecido algunas curiosidades filológicas que recojo sucintamente a continuación.

La máxima en cuestión procede del llamado Gnomologio Vaticano, documento del siglo XIV redescubierto en 1888 en la biblioteca del Vaticano. En inglés al Gnomologio se lo llama más sencillamente Vatican Sayings.

Con el libro X del Diógenes Laercio [Vida y opiniones de los filósofos eminentes] el Gnomologio constituye  la principal fuente original de texto atribuidos a Epicuro, lo cual es una de las cosas que me parecen interesantes: la práctica inexistencia de textos originales de un filósofo que tiene una extraordinaria influencia en la Modernidad [nota detallada sobre esto en los enlaces sugeridos al final del post]

____.

La máxima que quiero comentar entonces, que es la número 52 del Gnomologio vaticano:

En griego original [de: http://monadnock.net/epicurus/vatican-sayings.html ]:

ἡ φιλία περιχορεύει τὴν οἰκουμένην κηρύττουσα δὴ πᾶσιν ἡμῖν ἐγείρεσθαι ἐπὶ τὸν μακαρισμόν.

Podemos hacer una aproximación a la traducción de estos  seis términos:

_ philía: amistad, amor, simpatía

_ pericorevi: rodea, [corevi: baila]; se intuye la raíz de coreografía.

_ oikumene: ecumene, mundo habitado, mundo griego, y posteriormente romano… en el que se encuentra la raíz oikos, casa; que también tenemos en español en ecología y en economía… [Alicia García Ruiz @ClaudineLefeble, profesora de Filosofía de la Complutense y amiga de Twitter me sugiere la muy interesante etimología de oikeiôsis: ver enlaces]

_ kiritusá: proclamar, predicar, anunciar como un heraldo

_ egiresthai: tiene que ver con despertarse, levantarse con entusiasmo, levantar un edificio…

_ makarismón: bienaventura, bendición, felicidad. Seguir leyendo Epicuro: La amistad baila alrededor del mundo anunciando que despertemos para la felicidad

Vonnegut, sobre darse cuenta de las pequeñas cosas extraordinarias


Imagen: So it goes, famosa expresión para los vonnegutianos, que nuestro autor usó como un estribillo o ritornello en su novela sobre el bombardeo de Dresden en la II GM, Slaughterhouse 5; — algo ambigua, por supuesto, vendría a significar algo como «y así es la cosa» o «así sigue» o »así va la cosa»
________

Si esto no es maravilloso, no se qué lo será — Kurt Vonnegut y su Tío Álex

Jose Pérez de Lama

Tiene uno, más o menos en proceso, un libro de ejercicios al estilo estoico en el que lee de vez en cuando máximas y breves reflexiones que sirven para hacer pequeñas meditaciones cotidianas. La versión del libro de ejercicios que tengo ahora empieza con este texto de Kurt Vonnegut, de un libro suyo de memorias que se titula A Man Without a Country (2005), uno de mis libros preferidos. En estos momentos difíciles para casi todos, aunque para unos más que para otros, a lo mejor sirve de ayuda o inspiración a algún amigo o lector. El enclaustramiento y la lentitud obligada de estos días — de nuevo sólo para algunos, aunque seamos muchos — creo que puede dar para este tipo de situaciones que cuenta aquí mi autor. Aquí os lo dejo traducido por mí, — con un par de versiones originales en inglés a continuación. Sirve así también de práctica de inglés 🙂
________

»[…] Pero tenía un tío bueno, mi difunto Tío Álex. Era el hermano pequeño de mi padre; un graduado de Harvard sin hijos que era un honrado vendedor de seguros en Indianápolis. Era una persona bien leída y sabia.Y su principal queja acerca de los demás era que raramente se daban cuando de cuando eran felices. Y así, cuando estábamos en verano tomando una limonada debajo de un manzano, digamos, y charlando perezosamente de esto y aquello, casi zumbando como abejas, mi Tío Álex interrumpía de pronto la agradable charla para decir. «Si esto no es una maravilla, no se qué lo será.»

»Así que yo hago lo mismo ahora, como también lo hacen mis hijos y mis nietos. Y os animo a que por favor os deis cuenta de cuando estáis felices, y a que exclaméis o murmuréis o penséis en algún momento, «Si esto no es una maravilla, no sé qué lo será.»
________

A continuación la versión original en inglés de la cual lo he traducido de A man without a country; después otra con algunos matices diferentes, procedente de Timequake, otros los últimos libros de Vonnegut.

But I had a good uncle, my late Uncle Alex. He was my father’s kid brother; a childless graduate of Harvard who was an honest life-insurance salesman in Indianapolis. He was well-read and wise. And his principal complaint about other human beings was that they so seldom noticed it when they were happy. So when we were drinking lemonade under an apple tree in the summer, say, and talking lazily about this and that, almost buzzing like honeybees, Uncle Alex would suddenly interrupt the agreeable blather to exclaim, “If this isn’t nice, I don’t know what is.»
So I do the same now, and so do my kids and grandkids. And I urge you to please notice when you are happy, and exclaim or murmur or think at some point, “If this isn’t nice, I don’t know what is.»

A man without a country, 2005 [2007], p. 132.

______

My uncle Alex Vonnegut, a Harvard-educated life insurance salesman who lived at 5033 North Pennsylvania Street, taught me something very important.

He said that when things were really going well we should be sure to NOTICE it. He was talking about simple occasions, not great victories: maybe drinking lemonade on a hot afternoon in the shade, or smelling the aroma of a nearby bakery; or fishing, and not caring if we catch anything or not, or hearing somebody all alone playing a piano really well in the house next door. Uncle Alex urged me to say this out loud during such epiphanies: «If this isn’t nice, what is?”

Timequake, 1998, Vintage,  p. 12.

Un discurso de Lincoln recogido por Kurt Vonnegut & Kilgore Trout


Imagen: Lápida, dibujo de Kurt Vonnegut, quizás de Breafast for Champions, aunque ahora no lo encuentro…

José Pérez de Lama

Estos días leí otra novela más de Kurt Vonnegut, Timequake, que se ha convertido en una de mis preferidas. Vonnegut es/fue, además de literato extraordinario, socialista norteamericano del Mid West (el prólogo de su novela Jailbird, en el que cuenta la masacre de Cuyahoga, la historia de una huelga en Cleveland en 1894, es uno de los textos políticos que más me hayan impresionado nunca). Nacido en los años 20 y muerto en 2007, siempre implicado críticamente, a la vez que con compasión, en lo que ocurría a su alrededor y en el mundo. En Timequake, ya septuagenario hace una especie de balance de su vida, muy bonito. En otra de sus rocambolescas tramas, una de las historias de Timequake es la de su encuentro con su alterego, – heterónimo diríamos si fuera Pessoa -, Kilgore Trout – un escritor (ficticio) de culto para los vonnegutianos. Trout es un desastre de hombre íntegro a la vez que algo furibundo, que escribe sobre todo ciencia ficción, en la onda pulp, cuando no tira a la basura sus escritos recién acabados… Timequake termina con una obra de teatro de Trout, en la que aparecen, entre los teatreros y el público, muchos de los personajes de la vida literaria de Vonnegut… Bastante curioso, como si fuera el sueño de un moribundo a quien vienen a la mente las principales personas e historias de su vida tratándolas de ordenar de alguna manera – aunque como imaginarán los aficionados a Vonnegut, por supuesto, con bastante guasa…

En la obra de teatro aparece Abraham Lincoln, el histórico, otro demócrata del Mid West, dando un discurso que efectivamente dio en su momento, que es el que aquí traduzco. Supongo que Vonnegut lo vería relevante para el año 97-98 que es cuando publica Timequake, y a mi me parece hoy igual de oportuno – y, por otro parte, bello y elocuente como señala Trout, o quizás fuera Vonnegut. Es el discurso de Lincoln cuando sale de Illinois para asumir la presidencia de los EU para la que acaba de ser elegido por primera vez. 1861, por tanto. Dice así:

Nadie que no esté en mi propia situación podrá apreciar mis sentimientos de tristeza en esta despedida. A este lugar, y a la amabilidad de ustedes, lo debo todo. He vivido aquí durante un cuarto de siglo, y he pasado de joven a hombre viejo. Aquí han nacido mis hijos y uno de ellos está aquí enterrado. Me voy ahora, sin saber cuándo o si alguna vez volveré.

He sido llamado a asumir la Presidencia en un tiempo en el que once de nuestros estados soberanos han anunciado su intención de separarse de la Unión, en el que las amenazas de guerra aumentan cada día su ferocidad.

Es un grave deber al que ahora me enfrento. Para prepararme, he tratado de preguntar: ¿qué gran principio o ideal es el que ha mantenido esta Unión durante tanto tiempo? Y creo que no sólo fue una cuestión de la separación de las colonias de la metrópoli, sino aquel sentimiento en la Declaración de Independencia que dio libertad al pueblo de este país y esperanza al mundo. Este sentimiento fue la satisfacción de un antiguo sueño, que los hombres han sostenido a través del tiempo: que algún día podrían sacudirse sus cadenas y encontrar la libertad en la hermandad de la vida. Ganamos la democracia, y ahora está la cuestión de si tendrá la capacidad de sobrevivir.

Tal vez haya llegado el terrible día del despertar, y el sueño se haya terminado. Si fuera así, me temo que se habrá terminado para siempre. No puedo creer que los hombres vayan a tener otra vez la oportunidad que nosotros hemos tenido. Tal vez lo debamos admitir, y conceder que nuestros ideales de libertad e igualdad están en decadencia y condenados. He oído de un monarca del Este que encargó una vez a sus hombres sabios que le inventaran una frase que fuera cierta y apropiada en todo tiempo y situación. Le presentaron las palabras, “Y todo esto también habrá de pasar”.

Este es un pensamiento consolador en tiempos de aflicción – “Y todo esto también habrá de pasar”. Y sin embargo – ¡creamos que no es cierto! Vivamos para probar que podemos cultivar el mundo natural que nos rodea, y el mundo intelectual y moral dentro de nosotros, de forma que podamos asegurar la prosperidad individual, social y política, cuyo curso vaya adelante, y que, mientras que la tierra perdure, no termine nunca… […]

Adiós, mis amigos y vecinos.

Hasta aquí; Kurt Vonnegut, 1998, Timequake, Vintage, Londres, pp. 201-202

Save

Save

Save

Aquí va una lección sobre escritura creativa, de Kurt Vonnegut

Otra traducción, en esta ocasión de un textito de Kurt Vonnegut, escritor muy preferido. Se trata de un texto bastante citado en el que hace algunos comentarios sobre «escritura creativa». Son bastante conocidos sus diagramas de las historias arquetípicas, pero no había leído el texto completo que acaba con un giro sorprendente, y, siendo Vonnegut, como no, divertido… La parte del principio, me plantea alguna duda si pudiera ser políticamente incorrecta en algún aspecto, pero tratándose de Vonnegut, un radical muy comprometido con su tiempo, no pienso que lo sea. Los que podáis, por supuesto, leedla en el inglés original. Como todos los grandes escritores la manera de usar el lenguaje de Vonnegut es uno de sus principaes atractivos… En la traducción, he tratado de evocarla, aunque…

tumblr_mm7uv2Wr9e1rf67slo1_1280
Wesley Merrit, c. 2013, Vonnegut in space; source: http://debutart.tumblr.com/post/49502590259/kurt-vonnegut-in-space

Aquí va una lección sobre escritura creativa

Kurt Vonnegut, 2005, Here is a lesson in creative writing, en: A man without a country, Bloomsbury, Londres, pp. 23-37; traducción de José Pérez de Lama

Primera regla: No uses puntos y coma. Son hermafroditas travestis que no representan absolutamente nada. Lo único que muestran es que has ido a la universidad.

Y me doy cuenta de que algunos de vosotros puede estar teniendo dificultades para decidir si estoy en broma o no. Por tanto, de ahora en adelante diré cuando estoy bromeando.

Por ejemplo, alístate en la Guardia Nacional o los Marines y enseña democracia. Estoy bromeando.

Estamos a punto de ser atacados por Al Qaeda. Ondead banderas si las tenéis. Esto siempre parece ahuyentarlos. Estoy bromeando.

Si de verdad quieres hacer daño a tus padres, y no tienes las agallas para ser gay, lo menos que puedes hacer es hacerte artista. No estoy bromeando. Las artes no son una manera de ganarse la vida. Son una manera muy humana de hacer la vida más tolerable. Practicar un arte, no importa como de bien o mal, es una manera de hacer crecer tu alma, por todos los cielos (for heavens sake). Cantad en la ducha. Contad historias. Escribid un poema a un amigo, incluso un poema malísimo. Hacedlo tan bien como podáis. Recibiréis una enorme recompensa. Habréis creado algo.

*

Quiero compartir con vosotros una cosa que he aprendido. Lo dibujaré en la pizarra detrás mía para que podáis seguirlo más fácilmente [dibuja una línea vertical en la pizarra]. Este es el eje G-I: buena fortuna (good fortune), mala fortuna (ill fortune). La muerte y la pobreza terrible, la enfermedad, abajo – gran prosperidad, estupenda salud, arriba. El estado medio de las cosas en el centro [señala el extremo inferior, el superior, y la zona media de la línea respectivamente]. Seguir leyendo Aquí va una lección sobre escritura creativa, de Kurt Vonnegut