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Pequeña contribución a «Becoming»: pabellón de Esp en la Bienal de Venecia 2018

Imagen: Melissa Espaillat Bencosme, 2017, La mesa como lugar (TFM); fragmento del póster incluido en la muestra Becoming, Venecia, 2018 . Fuente: http://b-e-c-o-m-i-n-g.com/)

Estos días se inauguró la nueva edición de la Bienal de Venecia – de Arquitectura. La exposición del Pabellón de España comisariada por Atxu Amann con la colaboración de María Mallo (Zuloark o ex-Zuloark) y otros, se titula «Becoming». Se trata de una producción «coral» con muchos proyectos y obras, y breves contribuciones teóricas, si no lo entiendo mal, en torno al trabajo de las escuelas de Arquitectura en Esp. María Mallo, me invitó a escribir 500 palabras sobre el término «sostenible» – no elegido por mí, aunque no me pareció mal. ¡Gracias María y equipo! Entre otras razones, porque (me) resulta algo difícil navegar la web (http://b-e-c-o-m-i-n-g.com/)- seguro que es mi navegador libre o algo… – recojo aquí mi aportación.  A veces, casi siempre, es más difícil escribir poco que mucho, y ahora me parece que la cosa quedó  un poco «empaquetada», pero aún así me parece que no quedó mal del todo… (A los lectores habituales del blog les sonará la mayoría de lo que aquí se recombina.)

Sostenible

José Pérez de Lama

Igual que existe una ecología de las malas hierbas existe una ecología de las malas ideas. Gregory Bateson [*] (There is an ecology of bad ideas, just as there is an ecology of weeds.)

Sostenible es hoy una palabra mucho menos sexy de lo que lo fuera hace dos o tres décadas. Como es conocido, el adjetivo se presentó a la sociedad global con el Informe Brundtland de 1987, que definía el desarrollo sostenible como aquel que “satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. Desde entonces un cierto abuso ha llegado a desacreditar – un poco – el término. Y sin embargo, lo sostenible nos sigue planteando preguntas, paradojas y conflictos fundamentales para las sociedades contemporáneas habitantes de la biosfera terráquea.

Gregory Bateson propuso que la unidad de supervivencia evolutiva (unit of evolutionary survival) no la constituían el organismo o la especie aislados, tal como había planteado hasta entonces el darwinismo, sino que era el organismo-más-su-entorno (organism plus environment): un organismo que destruye su entorno termina por destruirse a sí mismo. Llamamos metabolismo al conjunto de procesos mediante los cuales un ser vivo – organismo, comunidad, ciudad… – intercambia materia y energía con su entorno para mantenerse vivo. Bateson llamó mente (mind) al proceso mediante el cual una entidad percibe e interactúa con su entorno, en ciclos de prueba y error, dando lugar a patrones de adaptación (aprendizaje) con el fin de asegurar su preservación y la de su entorno. Esta situación propia de la vida, por la cual un conjunto de organismos y su medio co-evolucionan a través de procesos de aprendizaje y adaptación, es a lo que llama ecología de la mente (ecology of mind). En sus últimos escritos, el autor californiano describía la crisis ambiental-planetaria del final de la era industrial como una crisis de la ecología de la mente.

Desde una perspectiva complementaria, María Puig de la Bellacasa, – en diálogo con Donna Haraway -, define los cuidados (care) de la siguiente manera: “todo aquello que hacemos para mantener, dar continuidad y reparar nuestro mundo de manera que podamos vivir en éste tan bien como sea posible. Éste nuestro mundo incluye nuestros cuerpos, nuestros yo-es (selves) y nuestro entorno, todos los cuales tratamos de entrelazar en una red compleja que sostiene de la vida.» (Everything that we do to maintain, continue and repair our world so that we can live in it as well as possible. That world includes our bodies, our selves, and our environment, all of which we week to interweave in a complex, life-sustaining web.)

Transformar la práctica de la arquitectura en el proyecto, la (re)construcción y el mantenimiento de “redes complejas que sostienen la vida”, en las que nos entrelacemos seres vivos, lugares y máquinas, podría ser un buen programa para la era de la pos-sostenibilidad. Cuidar, habitar, pensar. (Caring, dwelling, thinking)

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[*] Cita introductoria de Las tres ecologías, Félix Guattari, 2000 [1989], Pretextos, Valencia

#referencias

Gregory Bateson, 1970, Form, Substance, and Difference, 19ª Conferencia anual en memoria de Korzybski, General Semantycs Bulletin, No 37, 1970; reproducida en G.B, 2000, Steps to an Ecology of Mind, The University of Chicago Press, Chicago, pp. 454-471
Donna Haraway, 2016, Staying with the Trouble. Making Kin in the Chthulucene, Duke University Press, Durham

María Puig de la Bellacasa, 2017, Matters of Care. Speculative Ethics in More Than Human Worlds, University of Minnesota Press, Indianapolis

United Nationes, 1987, Report of the World Commission on Environment and Development: Our Common Future (Informe Brundtland), disponible en: http://www.un-documents.net/wced-ocf.htm | accedido 01/02/2018

Dolores Hayden: feministas materiales; tomar el poder sobre la reproducción social: casa, barrio, ciudad

Carta de Melusina Fay Peirce, 1876, una de las más destacadas material feminists; la carta me llamó la atención como caligrama; fuente: http://www.unav.es/gep/Richmond25.06.1876.html

Traducción beta de: Dolores Hayden, 1982, The Grand Domestic Revolution: A History of Feminist Designs for American Homes, Neighborhoods, and Cities, The MIT Press, Cambridge; pp. 3-6

Materiales para mis clases. Piensa uno que se lee poco a Dolores Hayden. Aquí introduce su libro The Grand Domestic Revolution donde cuenta la historia perdida – al menos hasta que ella la reescribe – de las que llama material feminists, un amplio movimiento que se despliega entre 1860 y 1930 en los Estados Unidos en el que las mujeres se aplicaron a tratar de tomar el poder sobre su propio trabajo y sus propios espacios: casa, barrio, ciudades… Y expresado de otra manera a tratar de tomar el control y hacer valorar el trabajo de reproducción social.

Traducción de José Pérez de Lama. Para TD y PD

Una tradición feminista perdida

Hacer la comida, cuidar a los niños y limpiar la casa, tareas pensadas a veces como “trabajo de mujeres”, que se hacen sin recibir dinero a cambio, en entornos domésticos, han sido siempre una parte principal del trabajo necesario que se hace en todo el mundo. Sin embargo, ninguna sociedad industrial ha resuelto nunca el problema que la división sexual de este trabajo crea a las mujeres. Tampoco ninguna sociedad ha superado los problemas que crea la localización doméstica de estos trabajos, para las amas de casa y para las mujeres empleadas que vuelven de las fábricas y oficinas a un segundo trabajo en la casa. Este libro trata sobre las primeras feministas [1] en los Estados Unidos que identificaron la explotación económica del trabajo doméstico por parte de los hombres como la causa más básica de la desigualdad de las mujeres. Las llamo feministas materiales porque se atrevieron a definir una gran revolución doméstica de las condiciones materiales de las mujeres. Exigieron remuneración económica por el trabajo doméstico no pagado. Seguir leyendo Dolores Hayden: feministas materiales; tomar el poder sobre la reproducción social: casa, barrio, ciudad

Matters of care – asuntos de cuidados, de cariños, de sostenibilidad de la vida… Sobre el libro de María Puig de la Bellacasa

Matters of care – asuntos de cuidados, de cariños, de sostenibilidad de la vida… Comentario provisional del libro de María Puig de la Bellacasa

José Pérez de Lama. Para C y M.

Llegué a este libro a través del último de Donna Haraway, Staying with the Trouble. Making Kin in the Chthulucene, por lo que algun*s ya intuiréis que el pensamiento de la autora sintonizará con lo que se podría denominar el ecofeminismo posthumanista. La etiqueta podría echar para atrás, espero que no, porque de lo que escriben estas autoras es de temas actuales y cotidianos: cómo cuidamos de lo que nos rodea y somos cuidados, de ecología, de nuestra relación con las tecnologías…

Llevo sólo un cuarto del libro de Bellacasa, pero – ya sabéis l*s que me leéis que – me gusta escribir sobre las primeras impresiones. Estoy fascinado, y casi físicamente sobrecogido, por esta nueva lectura. El título Matters of Care; el subtítulo mucho menos bello, Speculative Ethics in More Than Human Worlds.

Matters of care se incorpora a una serie compuesta por matters of fact y matters of concern, que propuso en su día Bruno Latour. Matters of fact sería la expresión en inglés para referirse a los hechos descritos por las ciencias, según la visión tradicional, hechos objetivos, incontrovertibles. O eso pensaban algunos. Latour hace ya tiempo propuso que en realidad esos matters of fact eran en realidad matters of concern, asuntos que nos preocupan y conciernen, y que se transformaban en matters of fact mediante los procedimientos de las ciencias, no tan objetivos como se pensaba, que incluyen los aparatos y laboratorios científicos, las teorías, lo que se decide hacer destacar y lo que se queda invisibilizado… Algo que podría conectarse con la teoría de los paradigmas científicos de Kuhn, por ejemplo. La particularidad de describirlos como matters of concern es que su definición se planteaba como el resultado de un gathering, reunión o composición, de los diferentes actores concernidos por la cuestión o controversia, y de las construcciones que ponen en juego, resultado que de alguna manera sintetiza una solución/definición del problema. Algo parecido veíamos también en Dewey con su idea de conocimiento como consenso provisional, pero en Latour se otorga una mayor relevancia a los propios artefactos-medios científicos. En el campo de la arquitectura, podríamos poner de ejemplo, quizás, el caso de la vivienda moderna; como problema-constructo científico-cultural, más que cuestión-problema puramente objetivo (Latour, 2007). Seguir leyendo Matters of care – asuntos de cuidados, de cariños, de sostenibilidad de la vida… Sobre el libro de María Puig de la Bellacasa

¡Cuidados!

Una breve reseña del documento preparado por María Pazos y Bibiana Medialdea para Podemos sobre el tema de los cuidados, poniéndolo en relación con demandas feministas y de igualdad de género, el empleo y la economía, entre otras. Tras hablar con varias compañeras, que tienen percepciones muy críticas del documento, seguramente debería reescribirlo… De momento lo que he hecho es añadir las múltiples observaciones y diversos enlaces como comentarios… Seguramente serán lo más interesante del post…

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Imagen: Mona Hatoum, 1988, Over My Dead Body

 

José Pérez de Lama, aficionado a lecturas misceláneas

El término “cuidados” es un término polisémico que no está aún asentado de manera unívoca en el lenguaje habitual, incluso entre los movimientos sociales y políticos. Así lo he podido comprobar durante los últimos meses participando en los debates para la preparación de los programas de diversas iniciativas ciudadanas. En un polo, este término produce inmediata confluencia, mientras que otras personas, bien no lo entienden, bien manifiestan una cierta sospecha o incluso rechazo.

El texto presentado estos días por Podemos , Reorganizar el sistema de cuidados: Condición necesaria para la recuperación económica y el avance democrático [0], me parece de gran interés. He aprendido mucho leyéndolo, destacando en mi opinión, una eficaz traducción de conceptos de carácter político en una serie de medidas legislativas y económicas muy concretas. De la lectura de la argumentación que se recoge en el informe, se deduce además su posibilidad de implementación normativa y social, así como su viabilidad económica, – que implica costes presupuestarios que sin embargo parecen adecuados a los objetivos que se plantean. La lectura del informe, como digo, es muy recomendable.

El documento de las profesoras Pazos y Medialdea se presenta así:

Una reorganización del sistema de cuidados como la que se propone en las siguientes páginas implica una transformación económica de hondo calado. Partimos de la convicción de que nuestro país precisa de un urgente y profundo cambio económico, que priorice los derechos y condiciones de vida de la mayoría social […]

Desarrollando la definición de la llamada “crisis de cuidados”:

Con esta expresión se alude al crecimiento exponencial de la demanda de cuidados como resultado de dos factores: por un lado, el envejecimiento de la población registrado en los países desarrollados; por otro, el hecho de que la mayoría de las mujeres ya no están totalmente disponibles para seguir cubriendo estas necesidades en el ámbito familiar. Seguir leyendo ¡Cuidados!

Hacemos la ciudad y la ciudad nos hace a nosotros…

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Junya Ishigami, 2012, Blending Environment, p. 66. Source: http://arpc167.epfl.ch/alice/WP_2012_SA/meystre/?attachment_id=10

Sobre la ciudad. Tratado de la metrópolis para el uso de las jóvenes generaciones
versión 1.0 / 24.12.214

Por José Pérez de Lama, aprendiz de maquinista guattariano. Dedicado provisionalmente a CH, y a mis estudiantes de 5º curso de este año 2014 con los que he trabajado algunos de los temas que aquí se plantean.

Es difícil construir una casa cuyos cimientos estén hechos de tristeza @missvenenno (Twitter), 2014

Introducción. Hacemos la ciudad y la ciudad nos hace a nosotros…

La ciudad, la metrópolis (que sería otra forma de llamar a la ciudad subrayando su modernidad o más precisamente su carácter contemporáneo o actual [1]), es para muchos de nosotros uno de los principales lugares a los que sentimos que pertenecemos. También sentimos que la ciudad, en cierta medida nos pertenece… Mi ciudad es Sevilla diremos muchos con orgullo cuando estamos fuera; soy de Madrid, de “Ca’i-Ca’i”. Aunque cada vez menos sea así, – debido a la creciente movilidad y también a las tecnologías de la información – la ciudad, el barrio son uno de los principales componentes con los que construimos nuestra identidad, o nuestra subjetividad [2]; que nos ayudan a construir quienes somos. Soy de Triana, o de la La Macarena; o mi barrio es El Porvenir, el Polígono San Pablo; El Cerro; o vivo en Pino Montano, en Valdezorras, en Sevilla Este… (barrios de Sevilla). Este aspecto de las ciudades que traigo aquí en primer lugar tendría que ver con las comunidades que se forman en los barrios, con formas características de vivir, con el tipo de vida que se ha ido desarrollando a lo largo de la historia o los años en estas zonas de la ciudad, con los estilos de vida de los vecinos, con la belleza o al menos el carácter o idiosincrasia de sus calles, plazas, parques, incluso de sus bares y comercios; y edificios públicos; de sus fiestas y ritos más o menos profanos; con los amigos de la calle o del colegio de la infancia y la juventud… Parecería indudable que el paso del tiempo, la historia incluso, – la vivida y la transmitida a través de múltiples vías -, tienen que ver con este hacerse juntos de los habitantes y de la ciudad. Seguir leyendo Hacemos la ciudad y la ciudad nos hace a nosotros…