Imagen: Nabokov en 1968 haciendo como que cazaba mariposas, una de sus grandes aficiones, fotografía de Philippe Halsman; fuente: https://bibliotecaignoria.blogspot.com/2014/12/vladimir-nabokov-el-arte-de-la.html
Nabokov sobre lo concreto, la bondad y lo bueno
[notas de El arte de la literatura y el sentido común]
En recuerdo de Ángel Díaz Domínguez, que me metió en el club de los nabokovianos hace ya tanto tiempo…
Notas introductorias y traducción* de José Pérez de Lama
La traducción la he ido contrastando con la de F. Torres Oliver (1984) que puede verse, junto con el original en inglés en las referencias al final del post ___ por supuesto Nabokov es un gran maestro del lenguaje y es lo que deben leer los que se sientan más o menos cómodos con el inglés.
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Veo que el texto que voy a reproducir parcialmente está bastante repetido por Internet. Aún así, me voy a dar el gusto de reproducirlo yo también, y de traducirlo, con la ayuda de las traducciones disponibles – como muchxs sabrán el lenguaje y el estilo de Nabokov son particularmente ricos y complejos. ___ ¿Por qué volví a Nabokov? Pues supongo que por casualidad como ocurre con tantas cosas. Porque asistí a una presentación de un libro de Juan Bonilla y acabamos hablando de Nabokov; porque ando atrancado con un texto mío, que me parece demasiado vulgar y aburrido, y recordé algunas cosas de Nabokov sobre el estilo y pensé que a lo mejor me ayudaban… Lo del estilo lo comentaré quizás más adelante. Lo de ahora corresponde a una charla recogida al final del su libro de Lectures on Literature – un libro que me encanta por otra parte, al que vuelvo de vez en cuando.
Lo que me llamó la atención de los pasajes que voy a reproducir es la conexión que hace aquí Nabokov entre lo bueno – y la bondad, deja en esto una cierta ambigüedad – y el detalle, lo concreto – por oposición a las generalizaciones y abstracciones. Creo que no es lo que suelen destacar los comentaristas… Frente a la tozudez de los hechos que nos muestran un mundo cada vez más horrible, decía Nabokov, lo concreto, el detalle nos permite ver lo contrario: la bondad de las personas, lo bueno del mundo… ___ algo que a mí me hace falta sin duda. La cosa me recordó a una conversación informal con Antonio Lafuente hace un par de años, a quien hablaba de lo devastador de las lecturas de Marx o – justo aquellos días – de Arrighi – de éste último sobre el capitalismo y la historia de sus alianzas con los poderes político-militares a lo largo de la historia. También a algunas conversaciones – con poco acuerdo – sobre la abstracción y lo concreto, en torno a la modernidad, la cultura algorítmica, la percepción y el arte con mi ex-estudiante Victoria del Rosal – a quien creo que gustarán estas ideas de Nabokov.
Siguen las notas:
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[Sobre la derrota del sentido común …] el segundo resultado es que la irracional creencia en la bondad del hombre* (a la que se oponen tan solemnemente esos caracteres ridículos y fraudulentos que llamamos Hechos) se convierte en algo más que la débil base de filosofías idealistas. Se convierte en una verdad sólida e iridiscente. Esto significa que la bondad se convierte en una parte central y tangible de nuestro propio mundo, un mundo que a primera vista parece difícil de identificar con el mundo moderno de los editores de periódicos y otros brillantes pesimistas, que te contarán que, dicho suavemente, es ilógico aplaudir la supremacía del bien en un tiempo [… ] de terror, estupidez y alambradas de espino. […]
¿Qué significan exactamente estos irracionales patrones? [los que viene introduciendo el autor] Significan la supremacía del detalle sobre lo general, de la parte que está más viva que la totalidad, de la pequeña cosa que alguien observa y reconoce con un gesto amistoso del espíritu mientras que la muchedumbre a su alrededor es conducida por el sentido común hacia algún objetivo común. […] Recuerdo un chiste en que aparecía un deshollinador cayendo del tejado de un edificio alto mientras se percataba de que un anuncio tenía una palabra mal escrita y se preguntaba en su vuelo cabeza abajo por qué nadie se habría preocupado de corregirlo. En cierto sentido, todos estamos cayendo hacia nuestras muertes desde la alta historia de nuestros nacimientos hasta las planas losas del patio del cementerio, maravillándonos con una inmortal Alicia en el País de las Maravillas por los patrones de la pared que va pasando. Esta capacidad de maravillarse por minucias – olvidando el peligro inminente – estas digresiones del espíritu, estas notas al margen en el volumen de la vida son las más altas formas de consciencia y es en este infantilmente especulativo estado mental, tan diferente del sentido común y su lógica, que sabemos que el mundo es bueno.
[…] la bondad [¿el bien?] es algo irracionalmente concreto.
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#referencias
Vladimir Nabokov, 1980, The Art of Literature and Commonsense, en: VN, Lectures on Literature, Harcourt, San Diego, pp. 371-380
Referencias online:
Nabokov, V. (1984), Lecciones de literatura. Traducción de Francisco Torres Oliver. Bs.As., Emecé, en: https://www.scribd.com/document/52462712/Nabokov-El-arte-de-la-literatura-y-el-sentido-comun
También en: https://bibliotecaignoria.blogspot.com/2014/12/vladimir-nabokov-el-arte-de-la.html
En inglés: https://www.scribd.com/doc/24008084/The-Art-of-Literature-and-Commonsense