Sobre tener suficiente y dedicarse a ser un hombre mejor

Copa griega de figuras negras mostrando un barco mercante, quizás siendo atacado por un barco pirata; 520-500 a. C. Fuente: British Museum; http://www.teachinghistory100.org/objects/for_the_classroom/a_silver_coin_from_athens

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Comentario y selección de José Pérez de Lama

Unas notas del Diógenes Laercio sobre tener suficiente y dedicarse a ser un hombre mejor – de algunos de los llamados [Siete] «Sabios de Grecia», libro I. (Pongo lo de los «siete» sabios entre paréntesis porque como la lista era muy variable al final resulta que la componen, por lo menos, unos 10 o 12 personajes.) Parece un topoi esto del rico Creso y el sabio que no necesita de su oro pues las dos menciones que recojo suenan bastante parecidas.

El Diógenes Laercio, para los no aficionados a estos temas, es un libro del siglo III, en el que su autor, una especie de erudito aficionado de provincias, dicen (García Gual, 2013), hace una historia informal de las vidas y opiniones de los filósofos antiguos. Se puede ver online, traducción de Ortiz y Sanz, del siglo XVIII, pero lo había comprado, y se lo dejé a mi padre, que anduvo leyéndolo unos meses antes de morirse. Al recuperarlo, he visto algunas páginas que tenía marcadas. Igual un día las comento. De momento esto otro.

Cabe destacar, algo que aprendí sobre todo leyendo a Pierre Hadot, también recientemente – antes con Maite Larrauri: que para los antiguos, especialmente en el Helenismo y en Roma, filósofo era sobre todo quien llevaba una vida filosófica, y no exactamente el que pensaba y escribía nuevas teorías. El nombre así se entiende mejor: filósofo, amigo(a) de la sabiduría. Así me parece que hay que interpretar el Diógenes Laercio, que parece dar más importancia a las vidas que a las ideas y teorías de los filósofos antiguos.

Siguen las citas:


Pítaco (c. 600 a. C. – nacido en Mitilene, isla de Lesbos)

  1. […]

[Carta] De Pítaco a Creso:
«Me invitas a ir a Lidia para ver tu riqueza. Yo aún sin verla estoy convencido de que el hijo de Aliates es el más rico de los reyes. Y nada más tendré por acudir a Sardes, pues no necesito oro sino que tengo riqueza suficiente para mí y mis compañeros. A pesar de todo iré para ser compañero y huésped tuyo extranjero».

Anacarsis el escita (siglo VI a. C.)

  1. […]

[Carta de] Anacarsis a Creso:
«Yo, rey de los lidios [Creso], he acudido a la tierra de los griegos para aprender sus costumbres y sus prácticas. No pretendo conseguir oro, me basta regresar a Escitia como un hombre mejor. Ahora estoy en Sardes, con gran ansia de conseguir tu aprecio».


La referencia principal:

Diógenes Laercio [traducción de Carlos García Gual], 2013, [siglo III], Vidas y opiniones de los filósofos ilustres, Alianza editorial, Madrid

Otras cosas que miré sobre los lugares que se citan:

Wikipedia: En la Antigüedad clásica, Escitia (griego clásico: Σκυθική; griego moderno: Σκυθία) era la región euroasiática habitada por los pueblos escitas desde el siglo VIII a.C. hasta el II d.C. Su extensión varió a lo largo del tiempo, pero en general comprendía las llanuras de la estepa póntica desde el Danubio hasta las costas septentrionales del mar Negro…

Sardes, en otros idiomas Sardis (griego antiguo αἱ Σάρδεις, en jónico Σάρδιες, forma contraída Σάρδῑς, lidio Sfard, persa Sparda) fue una antigua ciudad de Asia Menor fundada por el rey lidio Giges (680-644 a. C.) como capital del antiguo reino de Lidia. Se corresponde con la actual Sart, en la provincia turca de Manisa, en la ladera septentrional del monte Tmolo (actual Boz Dag), en el valle medio del río Pactolo (actual Gediz), que desemboca en el mar Egeo.

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