Michel Foucault, riendo en kimono — o más bien yukata. Fuente: https://garage.vice.com/en_us/article/wjwjvx/accidental-style-icon-michel-foucault
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Selección y notas de José Pérez de Lama
Unos párrafos que había releído este año y no he dejado de recordar del muy bello texto de Foucault ¿Qué es la Ilustración? — en la que entre otras cosas plantea la continuidad entre Ilustración y Modernidad.
Así extraídos del texto quedan algo descontextualizados. Sobre lo que quería llamar la atención, sin embargo, es sobre esta idea de la producción del yo o del propio ser como obra de arte. Algo que tal vez eche de menos en la actualidad. Cuando yo era joven, en los 80, me parece que había un consciencia de este asunto mucho más potente.
El asunto, por supuesto, es viejo. Leía también estos días a Emilio Lledó sobre el descubrimiento entre los filósofos de la Antigüedad de esta misma idea.
Hoy, estima uno, la producción de uno mismo, de nosotros mismos, como obra artística o de otro tipo, parece una instancia fundamental en el mundo de la sobreinformación y el semiocapitalismo que dice por ejemplo Bifo.
Dejo, en fin, los párrafos de Foucault.
3. […] para Baudelaire la modernidad no es simplemente una forma de relación con el presente; es, también, un modo de relación que hay que establecer consigo mismo. La actitud voluntaria de modernidad está ligada a un ascetismo indispensable. Ser moderno no es aceptarse a sí mismo tal como se es en el flujo de momentos que pasan; es tomarse a sí mismo como objeto de una elaboración ardua y compleja; es lo que Baudelaire llama, según el vocabulario de la época, el “dandismo”. No recordaré aquí pasajes bien conocidos y referidos ora a la naturaleza “vulgar, terrenal, inmunda”, ora a la rebelión indispensable del hombre contra sí mismo, ora a la “doctrina de la elegancia” que impone “a sus ambiciosos y humildes discípulos” una disciplina más despótica que las más terribles de las religiones; pasajes, en fin, sobre el ascetismo del dandy que hace de su cuerpo, de su comportamiento, de sus sentimientos y pasiones, de su existencia, una obra de arte. El hombre moderno, para Baudelaire, no es aquel que se lanza al descubrimiento de sí mismo, de sus secretos y de su verdad escondida; es aquel que intenta inventarse a sí mismo. Esta modernidad no “libera al hombre en su propio ser”, lo obliga a la tarea de elaborarse a sí mismo.
4. Finalmente agregaré una sola palabra. Este irónico “hacer heroico” del presente, este juego de la libertad con lo real para su transfiguración, esta elaboración ascética de sí, no concibe Baudelaire que puedan encontrar su lugar en la sociedad misma o en el cuerpo político. Pueden producirse sólo en otro lugar diferente: el que Baudelaire llama el arte.
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Yo había leído la traducción de Ángel Gabilondo, en el tomaco de las Obras esenciales. Esta versión es de Jorge Dávila, de 1994, accesible aquí: https://vulneraull.files.wordpress.com/2017/02/foucault-quc3a9-es-la-ilustracic3b3n.pdf
1 comentario en “El dandismo o la producción artistica de sí mismo según Foucault-Baudelaire”