Imagen: Conferencia de Antonio Negri,- acompañado de Raúl Sánchez Cedillo -, en la Casa Invisible de Málaga, el pasado 3 de enero de 2019. Procedencia foto: @ULEXmalaga
20 años del concepto de devenir maquínico de la multitud (Negri & Hardt)
José Pérez de Lama
Ahora somos todos ciborgs. Hasta el punto de que esta realidad ya no nos resulta sorprendente […] somos máquinas biológicas conectadas a máquinas informáticas que juntas funcionan como máquinas de guerra. McKenzie Wark, 2015 [1]
Hace pocas semanas tuve la suerte de poder asistir a un par de actos con Antonio Negri organizados por la Casa Invisible de Málaga. En el coloquio tras uno de los actos sugerí a Negri que hiciera algún comentario sobre la idea presentada en Imperio (Hardt & Negri, 2000) del devenir maquínico de la multitud. La conversación fue finalmente por otro rumbo, pero me quedé pensando en el asunto y he recogido estas notas que siguen.
Empire / Imperio: citas sobre devenir maquínico
Recupero mi copia de Empire y reproduzco algunas citas literales (traducidas):
Llegado un cierto punto del desarrollo capitalista, que Marx sólo vislumbró como el futuro, los poderes del trabajo son infundidos (infused) por los poderes de la ciencia, la comunicación y el lenguaje. El General Intellect es una inteligencia colectiva, social, creada por la acumulación de conocimientos, tecnologías y prácticas (know-how). […] Lo que Marx vio como el futuro es nuestra era actual. Esta transformación radical de la fuerza de trabajo y la incorporación de la ciencia, la comunicación y el lenguaje a la fuerza productiva ha redefinido por completo la fenomenología del trabajo y el horizonte de la producción. [p. 364]
Las fuerzas científicas, afectivas y lingüísticas de la multitud transforman agresivamente las condiciones de la producción social. El territorio en el que las fuerzas productivas son reapropiadas por la multitud es un territorio de metamorfosis radical. Esto consiste ante todo en una completa revisión de la producción de subjetividad cooperativa; consiste en un acto, esto es, de fusión (merging) e hibridación con la máquina de la que la multitud se ha apropiado y que ha reinventado; consiste en un éxodo que no es sólo espacial sino que también es mecánico en el sentido de que el sujeto es transformado (y encuentra multiplicada la cooperación que lo constituye) en una máquina. Esta es una nueva forma de éxodo, un éxodo hacia (o con) la máquina – un éxodo maquínico. […] Ahora, las nuevas virtualidades, la vida nuda del presente, tienen la capacidad de tomar el control de los procesos de metamorfosis maquínica. En el Imperio la lucha política por el control de la definición de la virtualidad maquínica, o verdaderamente sobre las diferentes alternativas del paso de lo virtual a lo real, es un terreno central de lucha. Este nuevo terreno de producción y vida abre para el trabajo un futura de metamorfosis que la cooperación subjetiva puede y tiene que controlar ética, política y productivamente. [pp. 366-7]
[…]
A cada lenguaje y red de comunicación corresponde un sistema de máquinas, y la cuestión de las máquinas y su uso nos permite reconocer un […] aspecto de la finalidad [telos] de la multitud […] Sabemos bien que las máquinas y las tecnologías no son entidades neutrales e independientes. Son herramientas biopolíticas desplegadas en regímenes específicos de producción, que facilitan ciertas prácticas y prohíben otras. Los procesos de construcción del nuevo proletariado […] superan un umbral fundamental cuando la multitud se reconoce a sí misma como maquínica, cuando concibe la posibilidad de un nuevo uso de las máquinas y la tecnología en la que el proletariado no está subsumido como “capital variable,” como una parte interna de la producción de capital, sino que es agente autónomo de la producción. En el paso de la lucha por un nuevo sentido del lenguaje [viene del argumento precedente] a la construcción de un nuevo sistema de máquinas, la finalidad última de la multitud (telos) gana una consistencia superior. Este segundo aspecto [el de las máquinas] sirve para hacer duradero aquello que se ha construido con el lenguaje, progresión corporizada del deseo y la libertad. La hibridación de humanos y máquinas ya no sólo es un proceso que tiene lugar en los márgenes de la sociedad; al contrario, es un episodio en el centro de la constitución de la multitud y su poder… [p. 405]
Las citas no necesitan de demasiada explicación [?] – aunque quizás algo de contextualización y algo de “traducción al román paladino” tampoco vengan mal.
Comentario: contexto, final de la década de 1990, el movimiento de movimientos
Empiezo por la contextualización. Antonio Negri publica su primera colaboración con Michael Hardt, éste libro que comento, Empire, en el año 2000. Según comentaba el propio autor en Málaga, Empire fue el resultado – como es de imaginar – de investigaciones de los años previos. En su momento fue un «bombazo» que todo el mundo en los movimientos tenía que leer, o por lo menos saber algo sobre aquello – ¡aunque fuera para estar en contar! Aparece como una interpretación de los acontecimientos que estaban ocurriendo aquellos mismos años: poderoso ciclo movimentista que se inicia con los zapatistas (1994) y sigue con el llamado Ciclo de las contracumbres – que se inicia en Seattle 1999 – aunque con diversos precedentes – y los Foros Sociales Mundiales (el primero en Porto Alegre, 2000). Durante aquellos pocos años verdaderamente parecía que iba a suceder un cambio radical. El ciclo sin embargo se cierra abruptamente con la llamada Crisis de las punto-com (primera crisis general de la economía digital), la violencia estatal-global de la contracumbre de Génova (07/2001), simbolizada por la muerte del activista Carlo Giuliani, y finalmente por el atentado de las Torres Gemelas en Nueva York (09/2001) y la reacción consiguiente del establishment.
En Empire /Imperio, Hardt y Negri teorizaban la emergencia de un nuevo orden mundial global y de un nuevo modo de producción (digital, reticular), y señalaban que ambos generaban las condiciones para la emergencia de un nuevo sujeto politico central, – la multitud –, y las condiciones para una revolución, que se encontraba inscrita,- según la tradición marxista –, en las propias tendencias del proceso de cambio capitalista. Hardt y Negri, completarían y matizarían sus hipótesis al hilo de los rápidos cambios históricos en dos volúmenes adicionales: Multitude (2004) y Commonweatlh (2009). En opinión de muchos, también en la mía, esta trilogía es una referencia de cultura general – política – para comprender aquellos años, y seguramente también, los siguientes, hasta la actualidad.
Multitud: ¿un proyecto sci-fi?
La multitud era el sujeto colectivo que para Hardt y Negri tenía que suceder (en el sentido de sucesión) al proletariado. Como aquél, era algo existente o más bien emergente y, a la vez, un proyecto, algo que había que construir. La diferencia con el proletariado y el pueblo era que en lugar de homogeneidad se caracterizaba por la heterogeneidad conectada y la comunicación y la cooperación en las redes. Una de las condiciones para su construcción era este devenir maquínico, esto es, la composición de redes de productores y redes de máquinas, para dar lugar a este devenir común, a este ensamblaje o agenciamiento con sentido emancipador y liberador. La genealogía inmediata de las ideas de devenir, máquina y agenciamiento es deleuziana-guattariana. Hardt, profesor de Filosofía en EEUU es experto en estas cuestiones. Negri había sido amigo y había escrito un libro junto con Guattari hacia finales de los 80. El libro, publicado en el 89, el año de la caída del Muro de Berlín, comenzaba, si no recuerdo mal, con la expresión “Comunistas como nosotros”…
Una de las condiciones para la construcción de la multitud como sujeto emancipador (con el clásico marxista de la multitud en sí – su existencia objetiva- , y la multitud para sí – subjetiva, consciencia de sí misma), elaboraban Hardt y Negri en las páginas que cito arriba, era ésta de la apropiación de las redes de máquinas. Lo expresan con esta – para mí – algo extraña idea del telos (finalidad, objetivo último) de la multitud. Mi interpretación de esto del telos es que no es tanto un objetivo externo para conseguir otras cosas, sino que la realización de la multitud, su autonomía para generar su propio mundo, es su propio fin o telos… Algo así como dicen algunos que el objetivo último de la vida sea el propio vivir…
El conflicto por la apropiación de lenguajes, redes y máquinas
Trato de aclarar un poco el oscuro lenguaje de Hardt y Negri; oscuro, quizás, para los que no estén muy familiarizados con sus referentes; o seguramente, oscuro y exigente en cualquier caso. Hardt y Negri señalaban que, constituyendo las redes y máquinas el soporte de las nuevas formas de producción dominantes, pero también de la reproducción social, de la producción de subjetividades y relaciones sociales, etc. era fundamental que su sentido y sus producciones fueran sustraídos del control del capital, y apropiados por la multitud. Cabe señalar que Hardt y Negri veían un continuo entre lenguaje, conocimiento, código, infraestructuras, máquinas, redes y… sujetos. A esto es a lo que refiere el General Intellect, en parte. También – cabe añadir – tiene que ver con la producción biopolítica de genealogía foucaultiana, la idea de que el poder no se limita a prohibir o matar, sino que produce lo real, las relaciones sociales, las subjetividades, los deseos, las formas de vida… aspira a producir la totalidad de la vida, – algo de lo que discutíamos también durante aquellos años.
En aquellos momentos aún pre-Google, Amazon, Facebook, Apple, etc., en aquellos momentos pre-Stack que diría Bratton, aquello parecía posible – al menos para algunos… locos… Desde las contracumbres a los zapatistas, existía un importante movimiento de movimientos global, conectado, – en el que los hackers tenían bastante protagonismo: software libre, hacklabs, hackmeetings, indymedias, redes de comunicación ciudadana… Wikipedia, licencias Creative Commons… El horizonte de posibilidad, futurability, que diría Bifo, parecía mucho más abierto… (No me cabe duda de que la austeridad y la precarización contribuyeron en gran medida a cerrar todo aquella experimentación radical… pienso ahora.)
Nuestra modesta contribución durante aquellos años fue a través del grupo hackitectura.net, que enfatizaba las relaciones entre todo este devenir maquínico de la multitud – devenir cíborg de la multitud era nuestra etiqueta más específicamente – y la organización del territorio, la ciudad, la arquitectura… Lo de cíborg o cyborg, venía sobre todo de Haraway, también de Mitchell, y describía, no se si de manera del todo afortunada, la idea de devenir común de humanos y máquinas para producir nuevos acontecimiento de lo real. (En la tradición dialéctica, pienso ahora, se presume que muchas de las realidades, y de los términos/conceptos que las enuncian tienen esta condición de representar a la vez algo y su negación o contrario; como ocurre también con producción biopolítica, que era otra de las maneras en las que conceptualizábamos en aquellos años nuestro trabajo).
Desde entonces, muy desfortunadamente, parece que vamos claramente perdiendo. Hoy el neo-imperio digital parece casi inexpugnable y la gente casi ni imagina que podría haber sido / que podría ser de otra manera. Quizás la transición de la generación que vio nacer el universo digital a la que ha nacido con un smartphone en la mano, una conexión de netflix en todos sus dispositivos y una tarjeta de crédito conectada digitalmente a su cuenta bancaria lo haga más difícil.
Tecnopolíticas
En cualquier caso, a este espacio teórico y práctico de conflicto y lucha por el control o la orientación de las máquinas digitales y demás, es a lo que me gusta llamar tecnopolíticas… La ciencia ficción siempre fue otra de nuestras herramientas preferidas tanto para interpretar el presente como para imaginar el futuro. También se puede leer Empire como una obra de ciencia ficción (especulativa).
Como proponían Hardt y Negri, la cuestión de la reapropiación de las redes de máquinas, la autonomía del General Intellect (como dice Bifo), sigue siendo tan o más importante, tan o más crítica, que cuando la enunciaron hace 20 años. Al menos esa es mi forma de verlo.
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[1] La cita de McKenzie Wark, en el inglés original: We are all cyborgs now. To the point where this reality no longer appears at all striking. As so perfectly pictured in Alex Rivera’s film Sleepdealer (2008), we are biological machines strapped to information machines which together function as war machines. It is remarkable how much of our cyborg existence Donna Haraway anticipated. Fuente: http://www.publicseminar.org/2015/09/blog-post-for-cyborgs/
#referencias
Michael Hardt, Antonio Negri, 2000, Empire, Harvard University Press, Cambridge
____, 2004, Multitude: War and Democracy in the Age of Empire, Hamish Hamilton – Penguin, Nueva York
____, 2009, Commonwealth, Belknap Harvard, Cambridge
#otrasReferencias
Franco Berardi Bifo, 2017, Futurability. The Age of Impotence and the Horizon of Possibility, Verso Books, Londres
Benjamin Bratton, 2015, The Stack. On Software and Sovereignty, The MIT Press. Software Studies Series, Cambridge
Deleuze, Guattari, 1994 [traducción de José Vázquez Pérez, edición original en francés de 1980], Mil Mesetas. Capitalismo y esquizofrenia, Pre_Textos, Valencia
Donna Haraway, 1991, A Cyborg Manifesto: Science, Technology, and Socialist-Feminism in the Late Twentieth Century, in Simians, Cyborgs and Women: The Reinvention of Nature, Routledge, 1991, Nueva York, pp.149-181
Pekka Himanen, [prólogo de Linus Torvalds; epílogo de Manuel Castells], 2002 (edición original en inglés de 2001), La ética del hacker y el espíritu de la era de la información, Destino, Barcelona
Félix Guattari, Antonio Negri, 1999 [edición original del capítulo Verdades nómadas de 1989], Las verdades nómadas & General Intellect, poder constituyente, comunismo, Akal, Madrid
William Mitchell, 2003, Me++. The Cyborg Self and the Networked City, MIT Press, Cambridge
J.Pérez de Lama, 2006, Devenires cíborg. Arquitectura, urbanismo y redes de comunicación, Universidad de Sevilla, Sevilla
McKenzie Wark, 2004, A Hacker Manifesto, Harvard University Press, Cambridge
____, 2014, Molecular Red. Theory for the Anthropocene, Verso, London