Created for ‘The Trouble With Women’ by UK cartoonist Jacky Fleming #womensart
Teresa Duarte
Hace unos días mi colega y amigo David Patiño me enlazaba en tuiter un artículo sobre el sector turísticos y los impuestos. Ambos comenzamos a analizar desde un punto de vista económico la importancia del sector turístico en la Economía Española, los salarios precarios, las jornadas maratonianas con horas extras no pagadas… y si la bajada de impuestos supondría un aumento de la competitividad del sector.
En uno de los mensajes yo decía (debemos tener en cuenta la limitación de caracteres en tuiter): “¿Con quién compites? Durante el periodo de conflicto en Turquía, Egipto… obviamente nosotrxs, con nuestros salarios precarios, podríamos competir pero esto no durará. No podremos ofrecer turismo de calidad … quizás sí turismo a secas y nunca suficientemente competitivos”
A lo que un tuitero en el hilo me contestó: “Debí darme cuenta cuando leí nosotrxs de que aquí hay más ideología que análisis económico. Que pasen una buena noche”
No entré en polémica porque ya estoy cansada de ser atacada vilmente en tuiter por ser mujer y sospecho que no será la última, pero no voy a dejar de explicar por qué el tuitero se equivoca rotundamente cuando insinuaba que realizar un análisis económico teniendo una u otra ideología invalida dicho análisis:
- Todo análisis económico sobre una empresa, sector o economía de un país tiene una carga de subjetividad. El análisis lo hacen personas expertas o académicxs formadxs en una ciencia multidisplinar: economía, sociología, filosofía… y cada unx de nosotrxs hacemos nuestros unos principios que caracterizan nuestro pensamiento y bajo los que analizamos cualquier situación. Podríamos decir que la ideología es como el filtro que usamos para analizar todo lo que nos rodea, por tanto, toda persona reflexiva y pensadora tendrá una ideología y ello, no invalidaría sus análisis.
- Los intelectuales no podemos desinhibirnos de la realidad social, el contexto social es una variable clave en cualquier análisis y en el económico especialmente. Una teoría puede ser demostrada matemáticamente de forma irrebatible y defendida por unxs, pero si otrxs observan que sus efectos son dañinos para el bienestar de la sociedad, no deben reverenciarla, deberíamos admitir que no poseemos la verdad y que los análisis llevados a cabo desde perspectivas (ideologías) diferentes enriquecen el conocimiento y así establecemos la verdad como un horizonte.
- Por último, cuando una mujer o un hombre es feminista, cree y lucha por la igualdad efectiva de derechos y deberes, ¿por qué ser feminista invalidaría cualquier análisis económico?. En mi caso, que soy doctora, profesora e investigadora en la Universidad y feminista, mis análisis económicos son tan válidos, o no, como los de cualquier otra persona con similar formación. Este señor quiere que su ideología siga siendo hegemónica y por ello desprecia cualquier otro punto de vista.