Un día cualquiera en el que te avergüenzas de tu propio género*


The female of the species … view of a series of paintings entitled Femme Maison by Louise Bourgeois, at Tate Modern (http://www.theguardian.com/artanddesign/2008/oct/07/louise.bourgeois)

Teresa Duarte, mujer feminista

Llevo meses pensando en escribir sobre “cómo vive, un día cualquiera, una mujer normal en un entorno, que se supone, culto”. Entiéndanme, cuando digo culto quiero decir personas reflexivas, pensadoras, científicas alejadas de culturas discriminatorias a todos los niveles, sensibles socialmente hablando… pues es tan difícil escribir sobre ello sin hacer pedazos esa idea que la he ido postergando, hasta hoy. ¿Por qué he decidido hacerlo? Pues bien, voy a contar una pequeña historia que lo explica todo.

Imagínate que estás invitada a un sarao familiar, en concreto, se celebra que una niña de 9 años ha recibido por primera vez el sacramento de la comunión y todo transcurre según lo establecido, -por cierto, dicho sea de paso, un despropósito- pero llega el momento de los regalos y sucede algo que te deja en shock. Piensa… que vives ajena a estos eventos y celebraciones… y de repente observas cómo unas chicas adultas aparecen con cajas de disfraces que contienen tutús, camisetas con una muñeca que representa a la niña que ha recibido la primera comunión, varitas mágicas y coronas. Pues sí, chicas ¿perplejas?, hay que ver para creer… todas las niñas de la fiesta, sin excepción, se disfrazaron y se retrataron como si aquello fuera lo más maravilloso del mundo y os preguntaréis ¿qué era lo maravilloso? ¿pues no lo veis? ser princesa!!! Ah, y para echarle más leña al fuego, a los niños les regalaron balones. Ante tal visión dantesca, sientes como la indignación se apoderaba de ti hasta tal punto que no puedes reprimirte y sueltas tu opinión en un corrillo -error y horror. Tu opinión es considerada insolente, inapropiada, desafortunada y desproporcionada.

¿Cuál era la opinión fuente de la discordia?

“te parece denigrante educar a niñas desde los 0 años de edad en una cultura absolutamente sexista, desigual… que las hace estúpidas porque hacen suyo el rol de princesas, de mujeres florero -perfectas y cuanto más calladas más perfectas. Las niñas no son princesas, ni los niños futbolistas. Las niñas y niños son personas iguales aunque singulares a la vez. Es necesario educarlas en igualdad, en el respeto al prójimo teniendo en cuenta la diversidad, en la libertad…. No nacimos para ser floreros, para ser hijas perfectas y obedientes, esposas perfectas y obedientes, madres perfectas y serviciales… no nacimos para vivir a lo largo de toda nuestra vida sometidas, NO”

Te vas a casa contrariada e indignada… pensando… puede ser que desconozcan la historia sobre la lucha incansable feminista por alcanzar los derechos de los que hoy gozamos las mujeres y que piensen que siempre los hemos tenido. Pensarán que siempre hemos podido votar, que siempre hemos podido estudiar en la universidad, que siempre hemos podido abrir una cuenta corriente sin autorización de nuestros padres o maridos, que siempre hemos tomado nuestras propias decisiones respecto a la vida…

Muchas de estas personas piensan que el feminismo es un movimiento radical de la mujer contra el hombre -nada más lejos de la realidad- y que la ley de igualdad es una ocurrencia del gobierno de Zapatero que no es necesaria porque nuestra sociedad no es machista, nooooooo para nada -modo irónico. El machismo y el sexismo está tan interiorizado que no somos conscientes que convivimos con él a diario, es sutil, es aceptado… por muchos hombres y muchas mujeres.

Las mujeres no estudiamos para encontrar maridos en la Universidad, desposarnos y dedicarnos, sí o sí, a cuidar a nuestros hijos y a nuestras hijas -puede ser una elección cuando ésta es absolutamente libre- de la misma forma que los hombres no estudian en la universidad para encontrar a su futura mujer, formar una familia y dedicarse a cuidar a sus hijos e hijas en exclusividad. Sin embargo, los datos te muestran la realidad sobre la posición o el rol que mayoritariamente desempeñan las mujeres en la sociedad. El CIS de abril de 2014 indica que las mujeres emplean un 97% más de tiempo cada día en el trabajo en casa, y un 26% más al cuidado de los hijos e hijas; los hombres en cambio tienen un 34% más de tiempo de ocio diario. Reflexionemos… ¿nosotras elegimos esta opción?

Esta educación sexista, esta cultura machista en la que educamos a nuestras hijas hace un daño infinito a la mujer en general; veamos dos ejemplos de su efecto en un día cualquiera de una mujer normal en su entorno laboral.

Un día cualquiera en la vida de una mujer que trabaja en el templo del saber… tiene una reunión de una comisión fiscalizadora de los recursos de su “gran empresa” a las 9:30 horas en primera convocatoria y 10:00 horas en segunda -el presidente llega tarde. Esa mujer lleva su informe hecho y dispuesta a hacer su trabajo lo mejor posible… sin entrar en detalles… en una de las preguntas que hace… uno de los responsables de la gestión de los recursos y que dirige la reunión le contesta como sigue: “… esos gastos presupuestados pero no reconocidos se deben a la estimación de las bajas que vosotras os cogéis cuando os quedáis embarazadas y tenéis a vuestras hijas”

Esa contestación, estaba fuera de lugar… ya que si hubiera sido un hombre quien hubiera hecho la pregunta (en realidad fueron 4 folios de cuestiones, comentarios y críticas constructivas) jamás hubiera contestado de igual forma y en los mismos términos.

Cuando termina la reunión, el compañero que hizo el comentario sexista, se acerca con amabilidad para suavizar el ambiente… no porque se arrepienta sino porque sabe que su comentario ha sido políticamente incorrecto y puede tener repercusión…

Pero no penséis que ha sido un caso excepcional, no. Recientemente se celebró otra reunión de la misma comisión –de nuevo comenzó tarde porque, como parece habitual, la persona que dirige la reunión llega de nuevo tarde- y como siempre la mujer que trabaja en el templo del saber lleva su informe. El responsable de la gestión de los recursos ante una de las preguntas –parecen ser incómodas, contesta: “… claro, que fácil lo veis todo las mujeres”. En la comisión hay cinco mujeres y ante el señalado comentario ninguna, y digo bien, ninguna toma la palabra para mostrar su rechazo más profundo ante tal lenguaje machista. La mujer que trabaja en el templo del saber, tomó la palabra y dijo: “no le voy a consentir ni en esta comisión ni en ningún otro sitio comentarios machistas y entiendo que las mujeres que están sentadas a la mesa piensan exactamente igual que yo”… este señor se disculpó aludiendo a la confianza…

Es intolerable que la sociedad acepte comentarios machistas en todos los ámbitos. Es inaceptable que se consienta el uso de un lenguaje que humilla a la mujer y que pone en tela de juicio su capacidad para ejecutar su trabajo a la perfección. Es denigrante que las personas consideren que simplemente por ser mujer no vas a tener buenas ideas, ni vas a hacer el trabajo como lo haría tu compañero y por eso, nunca llegarás a los puestos ejecutivos, ni directivos… porque ellos y ellas creen que los hombres están mejor capacitados de forma natural.

La desigualdad de género se debe a la condición de ser hombre o mujer, como señala la literatura feminista. Cualquier mujer parte de una situación inicial con dificultades añadidas en una sociedad jerarquizada que favorece a los hombres y perjudica a las mujeres.

Mi reflexión final es que la Igualdad se aprende en casa, en la calle, en las aulas, en las redes y en la televisión. Debemos enseñar de tal forma que las niñas y niños, chicas y chicos, mujeres y hombres alcancen una conciencia crítica a través de un conocimiento libre de prejuicios. Educar a iguales como iguales.

#notas

* En este post se ha utilizado un lenguaje feminista y está dedicado a la persona que ha invertido su tiempo -lo más valioso que podemos ofrecer- en debatir sobre feminismo, capitalismo y cultura patriarcal, desigualdad social, ley de violencia de género…

8 comentarios en “Un día cualquiera en el que te avergüenzas de tu propio género*

  1. Muy buen post Teresa, me ha gustado tu tono directo, claro y personal. La verdad es que aunque lo «sepamos» racionalmente, muchos no acabamos de darnos cuenta de que no somos tan avanzados o modernos como pensamos… Abrazo, j**

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  2. Teresa ha sido increíble. Magnífico, desgarrador y duro como lo que tenéis que aguantar. No tengo dudas de que la asociación a la que pertenece la mujer de la comisión fiscalizadora a a que aludes tiene que exigir, de una manera contundente, que la persona que preside esa comisión no esté ni un minuto más en la misma, ni ostente cargo alguno en una institución a la que avergüenza. Siento que le haya faltado el respeto de ese modo, siento que os lo haya faltado a todas las mujeres y siento que nos lo haya faltado a todxs los trabajadorxs por poner en cuestión nuestros raquíticos derechos…
    Por lo demás, la pelea para los que queremos educar a nuestrxs hijxs en igualdad es tan desproporcionada que está casi perdida de antemano. Repasas los dibujos animados, los anuncios, los protagonistas de las películas, los datos estadísticos, las reuniones del eurogrupo, las de la cúpula del psoe madrileño o los horarios de trabajo y únicamente ves misoginia. Cuando en ese mismo templo del saber un hombre que conoces bien se pidió un permiso (dejémosles claro a los misóginos que los embarazos y la lactancia no son enfermedades y no precisan «bajas») por lactancia de una hija a la que su pareja y él habían decidido alimentar con leche artificial, durante todo el período únicamente se encontró con una persona que no hizo algún chiste sobre lo que se le iban a irritar sus pezones. Todos esos chistes eran un reflejo de lo ridículo que le parece a la sociedad una inversión de roles…

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    1. Gracias David,
      Brutal lo que cuentas sobre la baja de lactancia… pero no es el único caso, conozco más…
      La lucha sigue… hemos logrado derechos que eran imposibles… Creo que algún día asaltaremos el poder y entonces la sociedad no será jerarquizada en favor del hombre sino a favor de todas y todos.

      Abrazos,
      Teresa.

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  3. Gracias por otro genial artículo, Sra. Duarte y por hacer visible las situaciones de discriminación que sufren muchas mujeres en el día a día dentro del propio ámbito educacional.

    Estoy totalmente de acuerdo con usted. Solo desde la educación se podrá erradicar este tipo intolerable de comportamiento y para ello, la educación emocional me parece una herramienta fundamental.

    Gracias de nuevo y a la espera del próximo.

    Saludos.

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    1. Gracias Sr. Erebus por sus comentarios. Siempre fiel a este blog.

      Coincidimos plenamente en que la solución está en la educación. Educación libre de prejuicios, igualitaria, inclusiva, cooperativa, que fomente la reflexión, el pensamiento libre…

      Saludos.
      Teresa.

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